Para ti caminante.
Conocer el camino no nos hace más sabios, andarlo con virtud, nos transforma en maestros.
Instagram: el.camino.infinito
viernes, 17 de agosto de 2012
“Oh Tú, sustentador del universo, De Quien todas las cosas proceden, A Quien todas las cosas retornan, Revélanos el rostro del verdadero Sol Espiritual, Oculto por un disco de Luz dorada, Para que conozcamos la Verdad, y cumplamos con todo nuestro deber, Mientras nos encaminamos hacia Tus sagrados pies.”Gayatri Mántram
sábado, 4 de agosto de 2012
Una inmensa vasija de vidrio arrojada al suelo se descompone en una cantidad infinita de fragmentos. Cada uno de tales fragmentos ha adoptado una forma particular y debido a ella se siente solitario, carente de plenitud y separado... Ahora bien, en virtud de ciertas leyes universales de unidad espiritual, cada uno de tales fragmentos posee una memoria vaga y lejana aunque permanente de la totalidad de la vasija de la cual formaba parte. Si le asignamos el nombre de Dios a la inmensa vasija fragmentada y el de ser humano a cada uno de los fragmentos, tendremos una idea simbólica y aproximada del complejo psicológico del hombre, sea cual sea su raza, sus creencias o su condición social. La capacidad infinita del fragmento de reconstruirse dentro de la totalidad de la vasija dentro de la cual se hallaba contenido, toma el nombre místico de Sendero y el Sendero, abarcando la totalidad de lo creado, ha sido designado genéricamente como Ley de la Evolución. VBA
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