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sábado, 21 de septiembre de 2019

LAS RELACIONES DEL ALMA

Tres cosas pueden impartirse que, si se medita sobre ellas inteligentemente, podrán conducir a la iluminación:

El Ego en su propio plano comprende conscientemente su relación con el Maestro, y trata de transmitir esa conciencia a la personalidad.

El Yo superior en su propio plano, no está entorpecido por el factor tiempo y espacio, y (como conoce el futuro, lo mismo que el pasado) trata de lograr el fin deseado y convertirlo rápidamente en una realidad.

El Yo superior o Ego en su propio plano, está en relación directa con Egos que se hallan en el mismo rayo, abstracto o concreto, y -comprendiendo que el progreso se alcanza en forma grupal- actúa en ese plano ayudando a los de su especie.

El Alma y la Personalidad

1. El alma casi no tiene conciencia de la personalidad, de sus disposiciones e ideas. Puede ser consciente de las limitaciones existentes en la personalidad y de los obstáculos opuestos a la afluencia de la energía del alma, pero los detalles no le interesan. Se ocupa de reconocer los proyectos jerárquicos, captar la necesidad mundial y responder (tenue, muy tenuemente al principio) a la afluencia monádica que va desarrollándose. Estas actitudes y reacciones del alma (en su propio plano de existencia) afectan profunda y fundamentalmente la vida de la personalidad y producen esos cambios básicos que revocan la vocación del discípulo.

2. Es innecesario decir que deben ser tan sensibles a la cualidad de mi ashrama y preocuparse tanto por la oportunidad de servir que enfrentan hoy todos los discípulos, que su desarrollo personal, su excepcional problema (como ustedes lo consideran) y sus reacciones, deberán ser olvidados. Recuerden que para el alma ustedes no son de tanto interés como creen.

Desde el ángulo del Maestro lo interesante es la capacidad del alma para controlar su instrumento, la personalidad, y actuar a través de ella; lo que El busca es la habilidad del alma, no la reacción de la personalidad. Quizás les resulte difícil recordar que esto es, si se quiere, hasta humillante para el discípulo. Cuanto más absorbido esté por su respuesta y capacidad personales, tanto más invulnerables serán las barreras que erige entre él (en el plano físico) y su alma; como resultado también se erigirán barreras entre el discípulo y la vida del ashrama en el cual está destinado a formar parte. Tengan esto presente y ocúpense lo más posible de la vida del alma, de modo que no dispongan de tiempo para la introspección de la personalidad.

3. Los resultados de los contactos establecidos por el alma con los seres humanos y el efecto observado en la vida de la personalidad, puede decirse que son:

a. Conflicto, confusión, lealtades opuestas, lucha interna y choques de puntos de vista antagónicos.

b. Sensibilidad a las ideas; en las etapas primitivas constituye flexibilidad a la respuesta, que casi llega a la inestabilidad y produce un constante cambio de puntos de vista. Conduce oportunamente a ser sensibles a la intuición, permitiendo al individuo distinguir rápidamente lo irreal de lo real.

c. Proceso de desapego, es el proceso difícil y doloroso de definir las líneas de demarcación entre el alma y la personalidad. Al principio produce inevitablemente separación y división de intereses, pero más adelante lleva a subordinar los intereses de la personalidad a los del Plan, ya la absorción de los deseos personales por los aspectos del alma.

d. Período de creación, producido por el tercer aspecto del alma, el aspecto creador. Este desarrollo ocasionará cambios definidos en los hábitos adquiridos por el aspirante en la vida del plano físico. Hará que el discípulo se dedique a realizar ciertos esfuerzos sintetizados en las palabras “carrera artística”.

Estos cuatro efectos producidos por la actividad del alma.., en realidad sólo son la afluencia de la fuerza del alma, mediante canal de contacto, abierto por el hombre.