Para ti caminante.

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miércoles, 24 de agosto de 2022


 EL REINO DE LAS ALMAS

1. Algunos quizás consideren nueva la idea de que el alma se está organizando para el esfuerzo, reorientando sus fuerzas y preparándose para un nuevo y poderoso impulso, lo cual es verdad. Todas las formas de vida bajo las fuerzas de la evolución pasan de una iniciación a otra, y el alma no está exenta de este proceso. Así como el alma del hombre animal se unió con otro principio divino, y de esta manera produjo el cuarto reino de la naturaleza, así el alma de la humanidad está tratando de hacer contacto con otro aspecto divino. Cuando se efectúe este contacto, el reino de Dios aparecerá en la tierra; el plano físico se transformará, y llegará ese período especial representado simbólicamente bajo el término milenio.
Los Conocedores de Dios de dicha época, predominarán sobre aquellos que simplemente aspiran a ese conocimiento, y su contacto y los resultados de la fuerza que transmiten, se harán sentir en todos los reinos de la naturaleza. El dominio sobre todas las formas y el poder de actuar como transmisores de esa energía espiritual que llamamos amor, son la recompensa prometida a los triunfantes Angeles Solares, y la preciada meta de su trabajo de meditación. Los Hijos de Dios, en plena encarnación, triunfarán sobre la Tierra y traerán luz (y por lo tanto vida) a todas las formas manifestadas. Esta es la “vida más abundante” de que habla Cristo.
2. Yo, que he llegado a comprender algo de la vida del Angel Solar, procuro asegurarles a mis compañeros peregrinos que las cosas pasajeras de los sentidos son sólo trivialidades, y no tienen valor alguno comparadas con las recompensas que recibirá aquí y en esta vida, el hombre que trata de fusionar su conciencia cotidiana con la de su propia alma. Entonces penetra en la comunidad de las almas y ya no está solo. Los períodos de soledad son únicamente el resultado de una errónea orientación y del aferramiento a aquello que oculta la visión y colma las manos en tal medida que no puede apoderarse de lo que se ha denominado la ‘joya en el loto”.
3. Pero los observadores de las temporadas y estaciones pueden hacer rápidos progresos en el desarrollo intuitivo si perseveran en su meditación, entrenan su intelecto y se esfuerzan siempre por pensar en términos universales. Que observen la historia retrospectivamente como parte de la emergente preparación que va a inaugurar el futuro. Que eleven su ánimo en el reconocimiento de que el reino de las almas está convirtiéndose paulatinamente en un fenómeno del plano físico (¿hablo, acaso, paradójicamente?) y será reconocido eventualmente como un reino de la naturaleza y considerado así por los hombres de ciencia antes de pasar dos siglos. Estos “Observadores Organizados” forman el círculo externo del nuevo grupo y su nota clave es la síntesis, la eliminación de cosas no esenciales y la organización del conocimiento humano. Al trabajar en muchos campos de la percepción humana, se los distingue por un espíritu sin sectarismos, por la capacidad de ocuparse de las esencialidades fundamentales y de vincular los diversos campos de la investigación humana, en un todo organizado y unificado.
4. Me pregunto, ¿han considerado alguna vez el efecto amplio de todo el pensamiento reflexivo, las plegarias anhelantes y el trabajo de meditación - sin entrenamiento o como resultado del entrenamiento - efectuado por millones de personas a través de las edades en todo el planeta? Todo ello está alterando su cualidad y acrecentando su fortaleza, y su vivencia está produciendo cambios en el organismo humano. La oleada de vida espiritual es hoy tan fuerte y pujante que los próximos ciento cincuenta años demostrarán la naturaleza real del Reino de las Almas o de Dios. Esto, como seguramente comprenderán, producirá también cambios fundamentales en los objetivos inmediatos que tiene por delante el progreso humano, en los planes de los Maestros, en la enseñanza dada y en el entrenamiento presentado.
5. La iniciación es, por excelencia, una serie de pasos o despertares graduados que permiten al ser humano convertirse oportunamente en un miembro o punto de luz, en el reino de Dios. Cuando un número suficiente de miembros del cuarto reino hayan pasado por el proceso de la iniciación (técnicamente entendido), entonces el quinto reino se manifestará exotéricamente. Se acerca rápidamente el momento de aplicar el método que convertirá a este reino, hasta ahora subjetivo, en una entidad real, y la prueba de ello la tenemos, por primera vez en la historia, en la iniciación grupal, las cual puede recibirse ahora, y para ello la Jerarquía está trabajando actualmente, en lo que a aspirantes y discípulos concierne.
6. El Reino de Dios o de las almas, caracterizado por el poder y, en consecuencia, por el aura y la emanación radiante del amor, definidamente arraigado en la Tierra, y que está penetrando cada vez más plena y exitosamente en los tres mundos del esfuerzo estrictamente humano. Siempre hubieron avanzadas de este reino entre los hombres; siempre existieron individuos en todas partes del mundo - en las religiones mundiales o en otros grupos constructivos - conscientemente vinculados con sus almas y en consecuencia con la Jerarquía. En todos los países existieron siempre aquellos que desarrollaron y expresaron la conciencia crística, que es comprensión amorosa y servicio viviente inteligente, sin tener en cuenta las palabras, o la terminología, que expresaron el grandioso acontecimiento espiritual del cual fueron conscientes. Pero - desde el punto de vista de la población del mundo - el cuarto reino de la naturaleza domina en todos los campos del pensamiento y de la actividad, pero no domina en el reino de Dios o de las Almas.
Como resultado de un despertar espiritual que data del año 1625 de nuestra era, en que el énfasis se ponía sobre una educación más amplia y general y se acentuaba la rebeldía contra la imposición de la autoridad clerical, en la actualidad se ha intensificado grandemente la irradiación desde el mundo de las almas, y el reino de Dios se está convirtiendo en parte corporativa del mundo externo manifestado, teniendo lugar por primera vez en la extensamente larga historia de la humanidad.
El efecto de esta irradiación o aura magnética, es ahora tan extenso, que no es necesario hablar ya en términos de introducir el reino, o su manifestación, en la Tierra, el cuál se está manifestando y su aura mezclando con las auras mental, astral y etérica del género humano. Sólo es necesario reconocerlo, pero (y éste es un factor digno de observación) el reconocimiento está siendo detenido hasta que el reino de las almas pueda ser protegido de las estrechas pretensiones de cualquier iglesia, religión u organización; muchos asegurarán (como lo hicieron siempre) que sólo podrá entrarse en el reino de Dios por intermedio de su propio grupo separatista. El reino de Dios no es cristiano ni budista, ni está enfocado en ninguna religión mundial y organización esotérica. Es lo que pretende ser simple y llanamente, un vasto e integrado grupo de personas fusionadas con el alma, que irradian amor e intención espiritual, motivadas por la buena voluntad y arraigadas en el reino humano, como el reino de los hombres lo está en el reino animal, por ser un derivado del mismo.
7. Ya existen las avanzadas de ese reino y también la vanguardia de discípulos e iniciados.
El trabajo o la actividad irradiatoria de la Jerarquía es hoy más poderoso que en ningún otro momento de la historia humana. Los Maestros y Sus discípulos (guiados por el Instructor del Mundo de ese período) se hallaban físicamente presentes en la Tierra durante los primitivos días atlantes, y la radiación que emanaba de Ellos era protectora, defensora y nutridora. Luego la Jerarquía se retira, expresándose subjetivamente, y la humanidad - de acuerdo a la Ley de Evolución - quedó librada a su propio albedrío para conocer el camino y hollar el sendero de retorno, mediante el experimento y la experiencia individuales. Los Maestros (durante este largo intervalo) no establecieron contacto en amplia escala o grupalmente con la humanidad; no obstante, la mayoría de Sus discípulos avanzados surgieron en distintos intervalos y cuando se los necesitaba. El Instructor del Mundo apareció a fin de emitir la clave o nota para cada nueva civilización y expresar los resultados de la civilización que desaparecía. Por lo tanto, los hombres tuvieron que hallar su camino hacia la Jerarquía por sí solos; la Jerarquía ha esperado en silencio que el número de “almas iluminadas” fuera tan grande y su llamado invocador y radiación magnética alcanzaran tal poder, que no pudiera ser desoído ni ignorado; el equilibrio alcanzado entre el reino de Dios en la Tierra y el reino de Dios en el Cielo (empleando una fraseología cristiana) fue tal, que los “Portales del Retorno” pudieron abrirse y se estableció el libre intercambio entre los reinos cuarto y quinto de la naturaleza. Los portales
(sigo hablando en forma simbólica) se están abriendo, y pronto lo estarán de par en par para que el “Hijo del Hombre, el perfecto Hijo de Dios”, regrese al lugar - nuestra Tierra - donde El demostró anteriormente amor y servicio perfectos. Pero - como bien saben - esta vez no vendrá solo, sino que traerá Consigo a los guías de determinados Ashramas, así como a un grupo entrenado de iniciados y discípulos.
Estos eventos tienen lugar hoy ante los ojos de los hombres, aunque mucho de lo que está sucediendo permanece totalmente desconocido en vastas zonas del mundo del pensamiento y por muchos millones de hombres. Sin embargo, hermanos míos, hay bastantes iniciados y discípulos trabajando actualmente en el plano físico para asegurar un reconocimiento tan amplio que garantice el firme y consistente despertar de la expectativa humana. Reflexionen sobre esto y aprenderán a reconocer en todas partes los signos de la anticipación humana y los indicios destacados del acercamiento de la Jerarquía.
8. “El objetivo del Plan consiste en reproducir en el plano terreno, el reino interno del alma. Esto lo ha predicho largo tiempo el Maestro de Maestros. Preparen el Camino”.
9. Cristo anunció que el Reino de Dios se hallaba en la Tierra, y también dijo que buscáramos primeramente ese Reino, considerando todo lo demás como secundario. Ese Reino formado por aquellos que en el transcurso de las épocas persiguieron fines espirituales y se liberaron de las limitaciones del cuerpo físico, del dominio emocional y de la mente obstaculizadora, ha estado siempre con nosotros. Sus ciudadanos, desconocidos para la mayoría, tienen cuerpo físico, trabajan para el bienestar de la humanidad, aplican la técnica general del amor, en vez de la emoción, y constituyen ese gran grupo de “Mentes Iluminadas” que guían los destinos del mundo. El Reino de Dios no es algo que descenderá sobre la Tierra cuando el hombre sea suficientemente bueno. Es algo que ya está actuando eficientemente y demanda reconocimiento. Este grupo organizado ya está reconocido por quienes en verdad buscan primeramente el Reino de Dios y con ello descubren que tal Reino ya está aquí. Muchos saben que Cristo y sus discípulos están presentes físicamente en la Tierra; saben también que el Reino que Ellos rigen posee sus leyes y modos de actuar, siendo conocido por muchas personas a través de los siglos.
10. Etapa tras etapa, crisis tras crisis, de un punto a otro punto y de un centro a otro, la vida de Dios progresa, dejando tras sí mayor belleza, al pasar de una forma a otra y de un reino a otro. Una realización conduce a otra; el hombre ha surgido de los reinos inferiores y (como resultado de la lucha humana) también aparecerá el reino de Dios. Traer ese reino es todo lo que hoy concierne verdaderamente a la humanidad, y todos los procesos vivientes del género humano están dirigidos a la preparación de cada ser humano individual, a fin de pasar a ese reino. El conocimiento de que pueda haber manifestaciones aún mayores que el reino de Dios es inspirador, pero eso es todo. La manifestación del reino de Dios en la Tierra, la preparación del camino para su gran Inaugurador, el Cristo, la posibilidad de la exteriorización de la Jerarquía en la Tierra, presupone para todos y cada uno, una tarea plenamente adecuada y algo por qué vivir y trabajar, soñar y aspirar.
Referencias:
El Discipulado en la Nueva Era-Tomo I Pág. 76/7
El Discipulado en la Nueva Era-Tomo I Pág. 432/3
Los Problemas de la Humanidad Pág. 261/333/354/355
Los Problemas de la Humanidad Pág. 356/357/511
El Destino de las Naciones Pág. 47
La Conciencia del Átomo Pág.603