Los Grandes Seres esperan ver el desarrollo de la facultad de flexibilidad y
adaptabilidad, siendo esta última una de las leyes fundamentales de las especies, tan
maravillosamente demostrada por la naturaleza. Debe emprenderse la transferencia de esta
ley a los planos internos, y su desarrollo en el nuevo ciclo de esfuerzo. La ley de adaptación
implica saber apreciar la necesidad, reconocer la nueva fuerza que entra con el nuevo ciclo,
y la consiguiente unión de la necesidad y de la fuerza en una amplia síntesis, que considera
al yo personal simplemente como punto focal para la acción y la transmutación. Implica la
transmutación de los cinco sentidos y su extensión en los planos más sutiles, de modo que
la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato, se fusionan en un todo sintético y cooperador,
que puede ser utilizado en la gran tarea. En el plano físico, éstas tienden a la unificación de
la vida personal y a la adaptación del mundo físico a las necesidades del yo personal. En los
planos más sutiles esto debe ser transmutado hasta adecuarlo a las necesidades del grupo,
del cual el individuo es una parte fragmentaria. La capacidad de realizarlo es una de las
cosas que buscan los Grandes Seres en esos individuos cuyo privilegio será inaugurar la
nueva era. DK
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