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miércoles, 11 de octubre de 2023

 


Concerniente a los Escritos de la Sabiduría Eterna sobre el Pueblo Judío

Los siguientes pensamientos son puestos a consideración por gente de Buena Voluntad que busca reconciliar su interés por los libros de Alice Bailey con las ocasionalmente controvertidas declaraciones de ésta acerca del rol del Pueblo judío en el Plan divino para nuestro mundo.

En muchos de los libros que Alice Bailey escribió, bajo el dictado del Maestro de Sabiduría conocido como Djwhal Khul (frecuentemente referido simplemente como “D.K” o “El Tibetano”), encontramos comentarios sobre el pueblo judío que han provocado interrogantes en las mentes de mucha gente de Buena Voluntad desde que los libros comenzaron a ser publicados hace aproximadamente ochenta años. Sin embargo, el material que existía, en forma impresa, era accesible al entendimiento en su mayoría sólo dentro de su propio contexto, realizando la lectura de los amplios parámetros de la Sabiduría Eterna (la antigua enseñanza espiritual transmitida desde tiempos inmemoriales y no diluida por los rumbos o cultura de cualquier período particular en la historia humana). Ahora el crecimiento de la tecnología ha hecho posible la difusión de los libros a través de CDs, con fáciles y rápidas posibilidades de búsqueda. El material que en un principio era ofrecido solo en su propio y amplio contexto, ahora puede extractarse y ofrecerse a todo el mundo por cuenta propia, fenómeno que está sucediendo por medio de Internet.Existe un cierto número de páginas Web dedicadas a atacar los escritos del Tibetano y de Alice Bailey y como poseedores y propietarios que somos de los derechos de autor de esos libros, se nos ha invitado a responder los cuestionamientos acerca de la legitimidad espiritual de estas enseñanzas.

Un factor adicional que debe considerarse, es el aumento de la sensibilidad social con respecto a las diferencias de raza, religión y cultura, que hacen que los comentarios del Tibetano parezcan cada vez más sorprendentes. En parte, esto es consecuencia del crecimiento de lo “políticamente correcto” y, seguramente, del incremento del entendimiento de los efectos de las palabras y de su origen en el pensamiento, lo cual contribuye a un mayor bien para todos. Sin embargo, los Maestros de Sabiduría, conocidos colectivamente como la Jerarquía, nunca han intentado adaptar Sus enseñanzas a los estándares de lo “políticamente correcto”. Un Maestro habla desde el nivel de la Verdad pura, porque su visión abarca el vasto alcance del Plan a través de la historia y del rol de nuestro planeta en ese Plan.


Los Escritos de Alice Bailey:

Los libros que el Tibetano escribió, con la cooperación de Alice Bailey, entre 1919 y 1949 se planearon como una fase intermedia dela triple entrega de Sabiduría Eterna planeada por la Jerarquía para preceder y condicionar la Nueva Era o Edad Acuariana. Cuando observamos el escenario mundial, podemos ver la enorme importancia del rol desempeñado por el pueblo judío y el estado de Israel, particularmente en los últimos cien años en la historia mundial. Esto puede explicar, en parte, la razón por la cual el Tibetano enfocó su atención especialmente en los judíos. Debido a que el establecimiento de rectas relaciones entre todos los aspectos de nuestra vida planetaria es el objetivo del Plan, se hace esencial la obtención de una paz justa y duradera en el Oriente Medio. Punto de inflexión para gran parte del conflicto mundial de hoy.

Alguna gente se sorprende de que, estando la historia humana tan llena de ejemplos sobre la inhumanidad del hombre por el hombre, el Tibetano parezca enfocar con especial criticismo a los judíos. Todas las cuestiones sobre las que el Tibetano escribió, necesitan ser estudiadas en el contexto global de sus enseñanzas, que promueven la Buena Voluntad, la tolerancia y el mutuo respeto. Los comentarios sobre el pueblo judío deben ser leídos en su contexto integral, el cual incluye una mención acerca de la espléndida contribución del pueblo judío en muchos sectores de la vida humana. La crítica de las tendencias separativas del sionismo debe ser leída en el contexto de otros comentarios que mencionan los subterfugios del Vaticano, el materialismo en las iglesias Cristianas y el eclecticismo en general. También habló abiertamente sobre su oposición al aislacionismo americano, al totalitarismo soviético, al fascismo, al nazismo y al gran mal personificado por Hitler y sus más cercanos asociadosy al pacifismo durante la Segunda Gran Guerra Mundial, todos los cuales comprometieron la esencial unidad de la humanidad y el responsable espíritu de libertad.

Es ese espíritu de amor y de identificación inclusiva lo que parece evocar el entendimiento y cooperación del grupo esotérico en la curación del fundamental problema humano de la separatividad. Muchos seres de Buena Voluntad están trabajando diligentemente para encontrar una solución. De manera que, el aspecto único de las enseñanzas esotéricas radica en desafiar al estudiante a penetrar al nivel causal de todos los problemas humanos donde, el origen espiritual de los problemas, puede ser identificado y precipitar soluciones duraderas en la conciencia humana. Quizás haya sido esta la causa por la cual el Tibetano insistiera en su criticismo al sionismo el cual pretende resolver el problema de la estigmatización del pueblo judío dándoles sus propias tierras en lugar de trabajar en su integración dentro de las naciones ya existentes.

La Historia tal como es Interpretada por la Sabiduría Eterna

Un estudio de la historia de los judíos, según lo presentado por la Sabiduría Eterna, puede traer una comprensión más profunda tanto de la grandeza de su logro como de su deuda kármica. Los orígenes del pueblo judío datan, según lo expresa el Tibetano, a un período muy anterior al que se nos relata en el Antiguo Testamento. Tan antiguo es el lugar de los judíos en el destino de la raza humana que el Tibetano dice que " el judío incorpora en sí mismo y simbólicamente, la historia toda de la humanidad".

La historia, según la interpreta la Sabiduría Eterna, cubre un tramo de tiempo tan extenso que es prácticamente incomprensible a la mente humana. Dentro del Plan Divino, la humanidad como el cuarto reino y mediadora en el despliegue evolutivo de la vida sobre la tierra, (desde la materia más densa hasta el espíritu), desempeña un papel crucial y de inflexión en este proceso. La humanidad moderna, según la Sabiduría Eterna, está entrando a una nueva edad conocida como Acuario. En una época muy anterior, gobernada por la constelación de Géminis, el cenit del logro humano para ese tiempo fue alcanzado por un grupo de discípulos judíos que serían los originadores y fundadores del moderno pueblo judío. Según la antigua enseñanza espiritual, este grupo, altamente desarrollado, se rebeló contra " el mandato de entrar, libremente y sin posesiones, al lugar donde se puede encontrar la Luz. Intentaron retener lo que habían recolectado y dedicarlo al servicio de Dios " (Libro Psicología Esotérica, Vol. I, p. 309). Tres discípulos de este grupo que " se rebelaron del drama de austeridad" llegaron a ser los fundadores del moderno pueblo judío.

Colocar este acontecimiento en un contexto histórico es virtualmente imposible. El Tibetano dice que “ la raza es tan antigua que no existe nación en el mundo que no tenga raíces en ese grupo, el cual, en la antigua Lemuria, había logrado tal grado de evolución que sus personajes más destacados estaban en el sendero del discipulado.” No hay ningún linaje racial en el mundo occidental que no tenga vástagos de este antiguo y selecto pueblo, excepto los finlandeses y los lapones y esas naciones que tienen una definida descendencia mongólica. Los tres discípulos originales y sus familias fueron los progenitores de tres grupos raciales importantes, que pueden clasificarse en forma general:

1. La raza semita o las razas de los tiempos bíblicos y modernos: los árabes, afganos, moros y los vástagos y las afiliaciones de esos pueblos incluyendo los egipcios modernos. Todos estos descienden del mayor de los tres discípulos.

2. Los pueblo latinos, sus diversas ramas en todo el mundo, y las razas celtas, dondequiera se encuentren, son descendientes del segundo de los tres discípulos.

3. Los teutones, los escandinavos y los anglosajones son descendientes del tercero de los tres discípulos.

(Ver el libro Psicología Esotérica, Vol. I, Pág. 312)

Este origen común, esta historia kármica compartida por tantas personas del mundo de hoy se ha perdido de vista y esta visión, que precede a la historia documentada, no puede ser verificada claramente por la ciencia. Pero si uno se acerca a esta enseñanza, intuitivamente, puede ayudar a verter luz acerca del por qué de la visión de la Sabiduría Eterna sobre el papel de los judíos que, sin embargo, constituyen solamente un porcentaje pequeño de la población actual del mundo, aunque muy significativo.

También ayuda a clarificar el porqué los judíos, " constituyen en conjunto el plexo solar del Logos planetario; su problema se utiliza hoy para enfocar, calificar y condicionar la naturaleza sensoria del mundo, y las reacciones emocionales de la naturaleza sensible de la humanidad y del Logos planetario. Recuerden que la Personalidad de nuestro Logos planetario no es aún perfecta, de allí que Su cuerpo de manifestación, el planeta, no sea considerado planeta sagrado. A través del pueblo judío en el mundo, el sentimiento de simpatía o antagonismo que expresa amor o está condicionado por el odio- se va acumulando para enfocarse en el centro plexo solar planetario, lo cual es preparatorio para un cambio grande y permanente. Por esta razón he dicho a algunos de mis estudiantes que cuando la humanidad haya solucionado correctamente el problema judío, y se haya resuelto de una manera sensata y humanitaria, entonces la energía del centro plexo solar planetario habrá sido elevada al corazón y habrá hecho una gran transmutación". (Exteriorización de la Jerarquía, p. 78)

Debemos hacer hincapié en la siguiente declaración del Tibetano,

" a través del pueblo judío en todo el mundo, el sentimiento ... se está acumulando...". Esto implica que la naturaleza del sentimiento de todos los seres humanos, no sólo de aquellos encarnados actualmente en cuerpos judíos, se está estimulando con su reacción a los problemas centrados en la situación de los judíos. Todos hemos tenido parte en la generación de este problema a través de los milenios y depende de la gente de Buena Voluntad solucionarlo a través del correcto pensamiento, de las actitudes amorosas y de una identificación constante con la realidad de la Humanidad Una.

La Raza en la Sabiduría Eterna

Otra frecuente mala interpretación, acerca de lo brindado por la Sabiduría Eterna, se centra sobre el término “Ario”, el cual es el nombre dado a la familia de idiomas indoeuropeos y a los hablantes de esos idiomas y, posteriormente, deformado en la Alemania nazi al aplicarlo a una raza específica. La enseñanza esotérica utiliza este término aplicándolo a un estado evolutivo en la consciencia. Citando al Tibetano: " cuando utilizo la palabra ‘raza’ no me refiero a las diferenciaciones hechas por el hombre ni a las seudo-científicas, respecto a las naciones, razas o tipos sino a un estado de consciencia aria o consciencia mental o estado reflexivo; éste tiene sus exponentes y sus “miembros de raza” en cada nación, sin diferencias u omisiones. Quisiera que lo recuerden cuidadosamente, pues no está por aparecer una nueva raza, desde el ángulo territorial; sólo hay una distribución general de esas personas que poseen las denominadas características de la sexta raza raíz. Este estado de consciencia encontrará expresión en personas tan racialmente separadas como los japoneses y los americanos, los negros y los rusos. Significa que hay una capacidad para actuar con lucidez en el plano mental, comparar las informaciones, interpretar correctamente y relacionar esa información, y crear los conceptos necesarios o formas mentales para posibilitar esas interpretaciones " (Rayos e Iniciaciones. P. 487)

Otro punto de preocupación para muchos es la oposición constante del Tibetano al movimiento político judío de extrema derecha conocido como Sionismo (Nota: similar en sus bases a otros movimientos de ultraderecha, como el Nazismo). El Tibetano creía que el “problema judío” se podría solucionar, solamente, por la integración de los mismos enlas naciones del mundo, no estableciéndolos en un lugar aparte, en una nación separada. Sin embargo, casi todos los escritos que completó, con la colaboración de su amanuense Alice Bailey, fueron terminados antes de que el estado de Israel se fundara en 1948, e Israel fuera una realidad durante más de cincuenta años. Esta situación no mejorará por el pensamiento crítico y de odio hacia los ciudadanos israelíes o sus vecinos. Principalmente, todos los seres de Buena Voluntad están obligados a tender un puente de amor comprensivo y de compasión para todos aquellos afectados por el sufrimiento resultante del conflicto de larga duración en Oriente Medio. Todos los que se acogen a los valores espirituales deben acercarse a la situación de Oriente Medio con una valoración realista de las actuales circunstancias y enfocarse en el cambio creativo que conduzca a mejorar las condiciones para todos los involucrados. Es un desafío difícil, pero no imposible. Y vale cada gramo de esfuerzo que podamos aplicar para una solución justa, porque " cuando la humanidad haya solucionado el problema judío (con la colaboración comprensiva de su parte) y superado los antiguas antipatías y odios, podrá fusionar el problema en una vasta situación humanitaria" (Exteriorización de la Jerarquía, p. 70)

La Buena Voluntad y la Libre Voluntad en la Sabiduría Eterna

Bajo el Plan divino para nuestro mundo, la Humanidad es dejada en libertad para que resuelva su propio destino. Citando al Tibetano una vez más: " La raza judía es un símbolo de la humanidad en su sentido masivo. En la resolución de su conflicto y en la iniciación de la acción correcta, tendrá lugar un gran avance en la liberación humana". (Los Rayos y las Iniciaciones, p.525).

martes, 3 de octubre de 2023


                     EL SEXO Y EL DISCIPULADO

1) Quisiera decir algunas palabras respecto al sexo en la vida del discípulo. Existe una gran contusión sobre el tema; en la mente de los aspirantes el precepto sobre el celibato está asumiendo un cariz de doctrina religiosa. Con frecuencia nos dicen los bien intencionados, pero carentes de lógica, que si un hombre es discípulo no puede contraer matrimonio y, por consiguiente, no puede haber una realización espiritual, a no ser que el hombre practique el celibato, teoría que tiene su origen en dos cosas:
Primero, en Oriente ha existido un concepto erróneo respecto a las mujeres. Segundo, en Occidente ha prevalecido, desde la época del Cristo, la tendencia a conceptuar la vida espiritual como monástica y conventual. Ambos conceptos encierran dos ideas equívocas y son la raíz de la gran incomprensión y la razón de muchos males. El hombre no es mejor que la mujer ni la mujer mejor que el hombre. Sin embargo, millares de personas consideran a la mujer como la perfección del mal y la base de la tentación. Pero Dios ordenó desde el principio que hombres y mujeres tenían que satisfacer las necesidades comunes y actuar y complementarse entre sí. Dios no ordenó que los hombres vivan en comunidad, aislados de las mujeres o las mujeres de los hombres; estos dos grandes sistemas han conducido a los abusos sexuales y a grandes sufrimientos.
Creer que el discípulo debe llevar una vida de celibato y abstenerse de practicar toda función natural, es incorrecto e indeseable. Esto puede comprobarse por el reconocimiento de dos cosas:
Primero, si la divinidad es verdaderamente una realidad y la expresión de la omnipotencia, de la omnipresencia, así como de la omnisciencia, y si el hombre es esencialmente divino, entonces no puede existir una condición donde la divinidad no tenga supremacía. No puede haber una esfera de actividad humana en la que el hombre no actúe en forma divina, o que las funciones no puedan ser iluminadas por la luz de la razón pura y la inteligencia divina. No me refiero aquí a ese argumento engañoso e hipotético que, debido a la divinidad inherente en el hombre, considera correcto lo que las personas normales y bien orientadas consideran erróneo. Esto puede ser sólo una excusa superficial para actuar mal. Me refiero a las correctas relaciones sexuales dentro de los límites de las leyes tanto espirituales como las del país.
Segundo, la vida que no esté bien integrada ni ejerza todas las funciones de su naturaleza (animal, humana y divina, y el hombre es esas tres cosas en un solo cuerpo) es frustrada, inhibida y anormal. Es verdad que no todos pueden contraer matrimonio en estos tiempos, pero eso no niega la realidad más grande de que Dios creó al hombre para unirse en matrimonio. No todos están en una posición que les permita vivir vidas normales y plenas, consecuencia también de la actual y anormal situación económica, pero ello no niega de manera alguna que las condiciones son anormales. Es igualmente falso, anormal e indeseable decir que el celibato forzado indica una profunda espiritualidad y es parte necesaria de todo entrenamiento esotérico y espiritual. No hay mejor escuela de entrenamiento para un discípulo o un iniciado. que la vida de familia, con sus relaciones obligatorias, la facilidad que otorga el ajustarse y adaptarse, el servicio y los sacrificios que demanda y las oportunidades que ofrece para expresar plenamente todas las facetas de la naturaleza del hombre. El mayor servicio que puede prestarse a la raza es proporcionar cuerpos a las almas que encarnan, atenderlas y educarlas dentro de los límites del hogar. Pero la cuestión y el problema de la vida familiar y el engendrar hijos ha sido desfigurado y mal interpretado; pasará mucho tiempo antes de que el matrimonio y los hijos asuman su correcto lugar sagrado, y más tiempo aún pasará antes de que desaparezcan el dolor y el sufrimiento, debido a nuestros errores y abusos en las relaciones sexuales; la belleza y la consagración del matrimonio y la manifestación de las almas en la forma reemplazarán al actual conjunto de ideas erróneas.
El aspirante y el discípulo en el Sendero y el Iniciado en el "Camino Iluminado", no tienen por lo tanto mejor campo de entrenamiento que la relación marital correctamente aplicada y comprendida. La disciplina rítmica de la naturaleza animal, la ofrenda de las naturalezas emocional e instintiva al altar del sacrificio, y la autoabnegación requerida en la vida de familia, constituyen un enorme poder de evolución y de purificación. El celibato que se exige es de naturaleza superior en lo que respecta a las exigencias de la naturaleza inferior y a la negativa del hombre espiritual a dejarse dominar por la personalidad y las exigencias de la carne. Adoptar la actitud de imponer el celibato en la preparación de la mayoría de los discípulos, ha conducido a la prostitución y a la perversión de las funciones y facultades otorgadas por Dios; aún donde no ha existido esta penosa condición y donde la vida ha sido sensata, consagrada y sana, ha habido frecuentemente indebido sufrimiento, dolor, angustia mental y disciplina, antes de que puedan ser controlados los pensamientos y las tendencias irrefrenables.
Es verdad que a veces un hombre se ve obligado a llevar una vida en la cual enfrentará el problema del celibato y estará forzado a abstenerse de toda relación física y vivir una vida estrictamente célibe, a fin de demostrarse a sí mismo que puede controlar la parte animal e instintiva de su naturaleza, pero esta condición es frecuentemente el resultado de excesos y libertinaje en una vida anterior, y es necesario aplicar medidas rigurosas y condiciones anormales para neutralizar y rectificar errores del pasado y dar a la naturaleza inferior tiempo para reajustarse. Repito, esto no indica desarrollo espiritual sino más bien lo contrario. No olviden que estoy tratando el caso especial del celibato autoaplicado y no las actuales condiciones mundiales donde los hombres y mujeres, por razones económicas y de otra naturaleza, se ven obligados a vivir sin poder expresar la vida en forma natural y plena.
Finalmente, el problema sexual debe ser resuelto en el hogar y en condiciones normales, y a las personas más evolucionadas del mundo y a los discípulos de todos los grados les corresponde resolverlo.
Referencias:
Tratado sobre los Siete Rayos Tomo I. Pág. 242/245