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jueves, 18 de enero de 2024


                                                        CICLOS (IMPULSOS CICLICOS)

 “La meditación del alma es de naturaleza rítmica y cíclica, como lo es todo en el cosmos. El alma respira y su forma vive por ello”.
Hay un flujo y reflujo en toda la naturaleza, y en la marea del océano vemos la maravillosa representación de una ley eterna. A medida que el aspirante se ajusta a las mareas de la vida del alma, empieza a darse cuenta que existe un constante flujo, vitalización y estímulo, seguido por el reflujo inevitable y seguro de las inmutables leyes de la fuerza. Este flujo y reflujo puede verse actuar en los procesos de la muerte y de la reencarnación. También se puede ver en el proceso de las vidas del hombre, porque algunas vidas son aparentemente pasivas e intrascendentes, lentas e inertes, desde el ángulo de la experiencia del alma, mientras que otra son vibrantes, plenas de experiencia y desarrollo. Esto deben recordarlo todos los trabajadores cuando procuran ayudar a otros a vivir correctamente.
Estos impulsos cíclicos son también más frecuentes, rápidos y fuertes, en la vida del discípulo que en la vida del hombre común, algo muy importante para nosotros, los cuales alternan con penosa rapidez. La conocida experiencia del místico en la montaña y en el valle, es sólo una forma de expresar este flujo y reflujo. A veces el discípulo camina en la luz del sol y otras en la oscuridad; unas veces conoce la alegría de la plena comunión y otras todo es oscuro y estéril; otras veces su servicio es una experiencia satisfactoria y fructífera, y cree que realmente puede ayudar, pero en otros casos siente que no tiene nada que dar y que su servicio es infecundo y sin resultado. Hay días en que todo lo ve claro y tiene la sensación de estar en la cima de la montaña, contemplando un paisaje bañado por el sol, donde todo se presenta nítido ante su vista. sabe y siente que es un hijo de Dios; sin embargo, después descienden las nubes, pierde toda su seguridad y le parece no saber nada. Camina a la luz del sol, está abrumado por la luminosidad y el calor de los rayos solares y piensa cuánto tiempo durará esta experiencia desigual y este violento álternar de opuestos.
No obstante, una vez captado el hecho observa el efecto de los impulsos cíclicos y de la meditación del alma sobre su naturalezaforma, se le aclara el significado, comprende que el aspectoforma falla en responder, y su reacción a la energía es despareja. Entonces aprende que cuando pueda vivir en la conciencia del alma y alcanzar a voluntad esa "altitud elevada" (si puede expresarse así), las fluctuaciones de la vidaforma ya no lo afectarán. De este modo percibe el estrecho sendero del filo de la navaja que lo lleva desde el plano de la vida física al. reino del alma, y descubre que cuando pueda hollar el sendero con firmeza, será conducido fuera del mutable mundo de los sentidos, hacia la clara luz del día y al mundo de la realidad.
Tratado sobre Magia Blanca, pág 58/9

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