Para ti caminante.

Conocer el camino no nos hace más sabios, andarlo con virtud, nos transforma en maestros.

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viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Qué sabemos del propósito? Sabemos del Plan y trabajamos a favor del Plan regido por la Jerarquía y tratamos de adaptarnos a las situaciones creadas por el Plan en nuestra vida de discípulos. Y así vamos recorriendo la gran rueda kármica hasta llegar a tener una Serena Expectación o una atención tan espontánea, que ya no tenemos que preocuparnos, es un automatismo que se va agrandando o se va disminuyendo en su poder a medida que los hechos son más o menos interesantes para el yo psicológico o para el alma en encarnación. Es decir, esto creo que lo hemos dicho tantas veces, que pueda parecer reiterativo de mi parte recordarlo, pero es que si no hacéis esto, no podréis entrar en la Iniciación. Si no estáis atentos aquí y ahora no podéis entrar en el Reino de Dios, no podéis franquear el umbral de un Ashram de la Jerarquía, no podéis, es imposible. ¿Qué pasó con el pueblo judío?¿Por qué está en esta mísera situación, siempre envuelto en luchas y conflictos y con el desprecio total de la humanidad? Solo por un hecho, porque quisieron penetran en el Reino de Dios sin haber adquirido la Serena Expectación. Solamente la mente, acumulativa de valores que no eran sagrados, y quisieron entrar con el saco lleno de todas sus tradiciones y de todas sus vidas, trabajando, buscando la Tierra Prometida o el Reino Elegido, creyendo que eran los dueños de la situación. El fin que espera al pueblo judío es muy dramático, porque tarde o temprano la Ley va a obligar a reconsiderar todo un proceso, e igual que pasó con las grandes naciones que sucumbieron por el Fuego de la Divinidad a través de la historia, caerá sobre ellos fulminándoles, hasta sus bases más principales, hasta que nada quede de ellos, y lo que quedare, quedará para una ronda inferior. Igual sucede naturalmente con todos aquellos que especulan contra la humanidad, que se benefician de ella, que se sienten en plan dictatorial que no ven la persona como una alma sino como un ente, que no es lo mismo. Esto sucederá con el Apartheid en Sudáfrica, en Pretoria, están acumulando tanta, tanta fuerza negativa sobre ellos por parte de la propia humanidad, que tarde o temprano sucumbirán también. El Maestro Koot Hoomi, no hace mucho, dijo: “No sólo los que han creado y están manteniendo el Apartheid en Sudáfrica, sino de aquellos que esclavizaron a los negros africanos y después de servirse de ellos los consideran todavía como entes, tendrán que nacer en cuerpos negros una y otra vez, hasta que hallan saldado la impiedad que mostraron, el sufrimiento que engendraron a los demás, y haber agredido de una manera tan cruel a otros solamente por que tenían la piel de otro color.” Falta de integración, falta de atención hacía dentro, falta de Serena Expectación. VBA


jueves, 8 de noviembre de 2012

El alma, situada en el corazón, es el principio vida, el principio de autodeterminación, el núcleo central de energía positiva, mediante el cual los átomos del cuerpo se mantienen en su correcto lugar y se subordinan a la "voluntad de ser" del alma. Este principio de vida utiliza la corriente sanguínea como su modo de expresión y agente controlador, y mediante la íntima relación del sistema endocrino con la corriente sanguínea, tenemos unidos los dos aspectos de actividad del alma, a fin de hacer del hombre una entidad viviente, consciente y activa, gobernada por el alma, y expresando el propósito del alma en todas las actividades del vivir diario. Por lo tanto, la muerte es literalmente, el retiro del corazón - y de la cabeza de esas dos corrientes de energía, produciendo, en consecuencia, la completa pérdida de la conciencia y la desintegración del cuerpo. La muerte difiere del sueño en que ambas corrientes de energía son retiradas. En el sueño se retira el hilo de energía introducido en el cerebro, y cuando esto ocurre, el hombre queda inconsciente. Con esto queremos decir que su conciencia o sentido de percepción está enfocado en otra parte. Su atención no está ya dirigida a las cosas tangibles y físicas, sino que se desvía hacia otro mundo del ser y queda centralizada en otro mecanismo. Al morir, los dos hilos son retirados o unificados en, el hilo de la vida. La vitalidad cesa de penetrar a través de la corriente sanguínea y el corazón deja de funcionar, lo mismo que el cerebro deja de registrar, y así se establece el silencio. La casa está vacía. La actividad cesa, excepto esa actividad asombrosa e inmediata que es prerrogativa de la materia misma y se expresa en el proceso de descomposición. Desde ciertos aspectos ese proceso indica la unidad del hombre con todo lo material; demuestra que es parte de la naturaleza misma, y por naturaleza querernos decir el cuerpo de la vida una, en quien "vivimos, nos movemos, y tenemos nuestro ser". En esas tres palabras, vivir, mover y ser, tenemos toda la historia. DK r11