Para ti caminante.

Conocer el camino no nos hace más sabios, andarlo con virtud, nos transforma en maestros.

Instagram: el.camino.infinito

jueves, 12 de septiembre de 2024


                          La Revelación de la "Presencia".


 Durante los períodos finales del cielo de encarnaciones, donde el hombre hace malabarismos con los pares de opuestos y que, a través de la discriminación está siendo consciente de la realidad y de la irrealidad, surge en su mente la comprensión de que él mismo es una Existencia inmortal, un Dios imperecedero y una parte de lo Infinito. Cada vez se hace más evidente el eslabón entre el hombre en el plano físico y este Regidor interno, hasta que sobreviene la gran revelación. Llega un momento en la existencia del hombre en que se encara conscientemente con su yo real, y sabe que él es ese yo en realidad y no en teoría. Adquiere conciencia del Dios interno, no por medio del oído ni de su atención a la voz interna que dirige y controla, denominada la "voz de la conciencia", sino por medio de la percepción y de la visión directa. Ahora responde no sólo a lo que oye sino también a lo que ve. Sabemos que los primeros sentidos que el niño desarrolla son: el oído, el tacto y la vista. El niño percibe el sonido y vuelve la cabeza; palpa y toca; finalmente ve conscientemente y estos tres sentidos coordinan la personalidad. Éstos son los tres sentidos vitales. Le siguen el gusto y el olfato, pero no son indispensables, en la vida y aunque carezca de ellos, el hombre no tiene ningún obstáculo para establecer contactos en el plano físico. En la senda del desarrollo interno o subjetivo, rige la misma secuencia. El oído -responde a la voz de la conciencia, a medida que guía, dirige y controla. Esto abarca el período de la evolución estrictamente normal. El tacto -responde al control o vibración, y reconoce lo que está fuera de una unidad humana separada en el plano físico. Abarca el período del gradual desenvolvimiento espiritual, los senderos de probación y del discipulado, hasta el portal de la iniciación. El hombre entra periódicamente en contacto con lo que es superior a él, adquiere conciencia del “toque” del Maestro, de las vibraciones egoica y grupal, y por medio del sentido oculto del tacto se familiariza con lo interno y sutil. Procura alcanzar aquello que concierne al yo superior y al tocar las cosas invisibles, se habitúa a ellas. La vista -esa visión interna que se adquiere por medio del proceso de la iniciación y que después de todo sólo es el reconocimiento de las facultades siempre presentes aunque desconocidas. Así como el niño nace con los ojos perfectamente sanos y llega un día en que lo primero que se observa es su reconocimiento consciente de lo que ve, así también ocurre con el individuo que se está desarrollando espiritualmente. El medio para la visión interna siempre existió y lo que puede verse está siempre presente, pero la mayoría de las personas no lo reconocen. Este "reconocimiento" por el iniciado, es el primer gran paso en la ceremonia de la iniciación y hasta no trascenderlo se postergan las demás etapas. En cada iniciación el reconocimiento es distinto y puede sintetizarse de la manera siguiente: 58 El ego, reflejo de la mónada, es en sí una triplicidad, como lo es todo en la naturaleza. Refleja los tres aspectos de la divinidad, así como la mónada refleja, en un plano superior, los tres --voluntad, amor-sabiduría e inteligencia activa- de la Deidad. Por lo tanto: En la primera iniciación, el iniciado llega a ser consciente del tercer aspecto, o aspecto inferior del ego, el de la inteligencia activa. Se enfrenta con la manifestación del gran ángel solar (pitri) que es él mismo, el auténtico yo. Entonces conoce, sin lugar a duda, que esa manifestación de inteligencia es esa Entidad eterna que, a través de las épocas, ha demostrado sus poderes en el plano físico por medio de sucesivas encarnaciones. En la segunda iniciación, esta gran Presencia se ve como una dualidad, y otro aspecto brilla ante él. Se da cuenta que esta radiante Vida identificada consigo mismo, no sólo actúa con inteligencia, sino que su origen es amor-sabiduría. Fusiona su conciencia con dicha Vida y se hace uno con ella, a fin de que en el plano físico, mediante e1 yo personal, esa Vida se vea como amor inteligente, expresándose a sí mismo. En la tercera iniciación, el ego se presenta ante el iniciado como triplicidad perfeccionada. No sólo conoce el yo como amor inteligente activo, sino que se revela también como voluntad o propósito fundamental, con el cual el hombre e se identifica inmediatamente y sabe que los tres mundos no contienen nada para él en el futuro, sólo sirven como esfera de servicio activo, manifestándose como amor para lograr un propósito, oculto durante edades en el corazón del yo. Habiéndose revelado ese propósito, puede entonces colaborar con él inteligentemente y así madurarlo.

Iniciación Humana y Solar (DK). Pag.58

miércoles, 17 de julio de 2024


 Por la Dra. Annie Besant

 Entre todas las religiones del mundo, el Hinduismo es el único que ha elevado al pináculo más alto la idea del deber; el que ha desarrollado el significado del mismo en los diversos aspectos de la vida. La palabra Dharma, que emplean los hindúes para expresarlo, significa mucho más que deber. Implica el reconocimiento del pasado del hombre mediante el cual ha llega do a ser lo que es; a medida que ha evoluciona do, en el trascurso de muchas vidas, bajo el constante impulso de la ley, el hombre ha llegado al punto en que hoy se encuentra; el paso inmediato adelante, para el cual está dotado y mediante el cual progresará al máximo de su capacidad, se lo indican los resultados de la acción pasada de la ley que guía su evolución. Dar tal paso es su Dharma. Su pasado lo ha asociado con muchos individuos, a algunos de los cuales ha perjudicado, mientras algunos lo han perjudicado a él; cumplir los deberes y obligaciones que tales relaciones en el pasado le imponen es su Dharma. El cumplimiento del mismo hará posible un mayor progreso; aprender a comprenderlo y cumplirlo concienzudamente es, verdaderamente, para cada uno el camino hacia el puerto seguro de la felicidad. El Dharma de un individuo no varía ni desaparece por el hecho de que otros no cum plan con el suyo con respecto a él. No es un con trato en que la falta de cumplimiento de una de las partes exima a la otra de cumplirlo. Es una obligación imperativa, por la cual cada uno ha de responder a su conciencia y a su destino. Deber es lo que debemos a alguien o a algo fuera de nosotros mismos; una obligación que el honor nos compele a cumplir. El Regente Interno ordena y Su orden lleva implícito el carácter de obligación; es decir que debemos hacer tal o cual cosa. La desobediencia a cumplir tal obligación lleva consigo un sentimiento de descontento, de desarmonía, de conflicto (conflicto real entre los bajos deseos y la Voluntad superior). Lo inferior  se declara en rebeldía contra lo superior y el ente ro reino interior de nuestra vida cae en desorden. Si no se siente tal conflicto, si el individuo puede dejar de cumplir sus obligaciones sin sentir molestia ni malestar, es señal de que su naturaleza superior no ha despertado todavía; que se encuentra en una condición poco evolucionada, en que la mente y los deseos están en el grado de conciencia humana todavía activa en el cerebro, está completamente identificado con ellos, y no se da cuenta de impulsos procedentes de su verdadero Ser. Por tanto, ha de ser arrastrado por su conciencia a múltiples experiencias, placenteras unas, dolorosas otras, las cuales harán que aprenda gradualmente, por desengaños, sufrimientos y dolores, que la falta de cumplimiento de los debe res es la causa del malestar. En un mundo regido por la ley, en un mundo de innumerables obligaciones originadas en las relaciones de los seres humanos entre sí, no puede evitar el sufrimiento quien temerariamente pasa por alto sus obligaciones para con los demás. Llega un momento en que el sufrimiento se hace tan intenso que es intolerable; pero como no comprende de otra manera, la intensidad del mismo lo fuerza con el tiempo a cumplir con su deber. ¡Cuánto más racional y sano es reconocer nuestra posición y cumplir voluntariamente con los ojos abiertos, en vez de ser manejado como esclavo desobediente, sangrando bajo las agudas lanzas del dolor! El Ideal del Deber es el grato reconocimiento de la Voluntad del Todo con la cual la voluntad de la parte se ha de poner en armonía; de la Voluntad de Dios, con la cual la voluntad humana ha de cooperar para el bien de todos. El Deber entonces deja de ser una imposición de fuera y se convierte en impulso interior, pues se percibe la voluntad humana como parte de la Voluntad Divina; con tal reconocimiento se siente que la Voluntad de Dios es la propia voluntad del hombre, y este obra con absoluta espontaneidad, por que al cumplir con su deber lo hace por su propia voluntad, con un sentimiento de perfecta libertad. Deber entonces no es el severo mandato de Dios, sino la gozosa realización de los más profundos anhelos del corazón; es un amigo sonriente y no un amo austero; se busca con ansia y se obedece con amor. Entonces, y sólo entonces, se llega a la actitud de “servicio” que es perfecta libertad, por cuanto una sola voluntad impulsa en Dios y en el hombre. ¿Cómo hemos de conducirnos para que marchemos definitivamente hacia ese ideal, porque nadie lo alcanza sin prolongado y continuo esfuerzo? Hay una sola manera, un solo método, lento y trabajoso. Tenemos que moldear resueltamente,  cada día y a todas horas, nuestros pensamientos, deseos y acciones de acuerdo con el ideal más elevado que podamos concebir; jamás debemos escoger los bajos cuando los más elevados estén ante nosotros; ni caminar por la senda inferior cuando la superior está abierta a nuestro paso. Día a día hemos de meditar sobre la unidad de las naturalezas divina y humana y adquirir conciencia de nuestro ser divino; pensar desde el centro y no desde la circunferencia. Al principio, esto nos parecerá artificial más que real, pero si perseveramos, gradualmente se realizará el cambio de conciencia, y primero en chispazos y vislumbres momentáneos y más tarde como experiencia continuada, vendremos a reconocernos como divinos. “Devenid lo que sois”, clama San Anselmo; devenid en manifestación y en conciencia despierta lo que sois en latencia. Dejad que el Dios Oculto resplandezca, que las potencialidades se hagan actualidades; entonces el Ideal del Deber vendrá a ser la actividad consciente de una consciente Voluntad Libre. 

 Extraído de Revista Sophia, Vol. VII, Nro. 1, Enero de 1944

jueves, 14 de marzo de 2024


 ELIMINACIÓN DE FORMAS MENTALES.


Al tratar este tema (que sólo puedo hacerlo muy brevemente) dos cosas deben tenerse presente:

1. Que consideramos únicamente la idea que tiene la mente acerca del alma y el hecho básico de la ilusión que ha controlado todo el ciclo de encarnación  y mantiene al alma prisionera en la forma. Para el alma, la personalidad significa dos cosas:

a. La capacidad de identificarse con la forma; ante todo, esto lo realiza el alma cuando la personalidad comienza a reaccionar al obtener cierta medida de real integración.

b. La oportunidad para recibir la iniciación.

2. Que la eliminación de la forma mental de la personalidad, que llega a consumarse en la tercera iniciación, constituye una gran iniciación para el alma en su propio plano. Por esta razón la tercera iniciación es considerada como la primera iniciación mayor, pues las dos iniciaciones anteriores producen muy poco efecto sobre el alma y sólo afectan al alma encarnada, el “fragmento” del todo.

Estos hechos son muy poco comprendidos y raras veces acentuados en la literatura publicada hasta ahora, donde el énfasis fue puesto siempre sobre las iniciaciones, en lo que afectan al discípulo en los tres mundos. Pero me ocupo específicamente de las iniciaciones en lo que afectan o no al alma, influyendo sobre su reflejo, la personalidad en los tres mundos. Por lo tanto, lo que he dicho tendrá poco significado para el lector común.

Desde el ángulo del yo personal, que se considera a sí mismo como el Morador en el Umbral, la actitud o estado mental ha sido inadecuadamente descrito como de total absorción en la luz del alma; tal es, la Gloria de la Presencia, transmutada por el Ángel, que la personalidad, con sus demandas y aspiraciones, desaparece completamente. Sólo queda el cascarón, la envoltura y el instrumento a través del cual la luz solar puede afluir para ayudar a la humanidad. Hasta cierto punto esto es verdad, pero –en último análisis– sólo es el intento del hombre para explicar con palabras los efectos transmutadores y transfiguradores de la tercera iniciación, lo cual no puede llevarse a cabo.

Infinitamente más difícil es el esfuerzo que realizo para des- cribir la actitud y las reacciones del alma, el yo uno, el Maestro en el corazón, cuando reconoce el maravilloso hecho de su propia y esencial liberación, y de una vez por todas se da cuenta de que ahora es incapaz de responder a las vibraciones inferiores de los tres mundos, tal como son transmitidas al alma por su instrumento de contacto, la forma de la personalidad, forma que es ya incapaz de tal transmisión.

La segunda reacción del alma, una vez enfocada y aceptada esta comprensión, es que la liberación –cuando se ha logrado– presenta sus propias demandas:

1. Una vida de servicio en los tres mundos, muy familiar, aunque totalmente trascendida.

2. Un influyente sentido de amor dirigido a aquellos que aún buscan la liberación.

3. Un reconocimiento del triángulo esencial, convertido ahora en el centro de la vida conceptual del alma:

El alma ahora vibra entre los dos puntos o pares de opuestos y actúa como centro invocador y evocador.

Ninguno de los conocimientos mencionados pueden ser registrados en la conciencia cerebral o en la mente de la personalidad iluminada. Teóricamente puede percibirse alguna tenue visión de las posibilidades inherentes, pero ya no es la conciencia del discípulo servidor en los tres mundos, empleando la mente, las emociones y el cuerpo físico para llevar a cabo, en lo posible, el mandato y la intención jerárquica. Esto ha desaparecido con la muerte de la conciencia de la personalidad.

La conciencia es ahora la del alma misma, consciente de que no existe separación, instintivamente activa, espiritualmente obsesada por los planes del Reino de Dios, y totalmente libre de la atracción o del más leve control de la materia-forma; sin embargo, el alma responde aún a la sustancia-energía, y está sumergida en ella, y su analogía superior actúa todavía en los niveles del plano físico cósmico –los planos búdico, átmico, monádico y logoico–.

¿Qué debe hacerse si queremos que la vida del alma sea plena y completa y tan enteramente incluyente que los tres mundos formen parte de su zona de percepción y su campo de servicio? La única forma en que puedo aclarar lo que debe realizar el alma, después de la tercera iniciación, puede resumirse de dos maneras:

Primero:    El alma llega a ser un creador consciente, porque el tercer aspecto –desarrollado y dominado mediante la experiencia en los tres mundos, durante el largo ciclo de encarnaciones– ha alcanzado un grado de actividad perfecta. En términos técnicos diré: la energía de los pétalos de conocimiento y la energía de los pétalos de amor están tan activamente fusionadas y mezcladas, que dos de los pétalos internos, rodeando la joya en el loto, ya no velan esta joya. Hablo aquí simbólicamente. Debido a este acontecimiento, la muerte o la eliminación de la personalidad constituye la primera actividad en el drama de la creación consciente, y la primera forma creada por el alma es un sustituto de la personalidad. Así se crea un instrumento para el servicio en los tres mundos. Sin embargo, esta vez es un instrumento sin vida, deseos, ambiciones ni poder propio para pensar. Es sólo una envoltura de sustancia, animada por la vida del alma, pero que –al mismo tiempo– responde y se adecua al período, a la raza y a las condiciones ambientales, donde el alma creadora ha elegido actuar. Reflexionen sobre esta afirmación y acentúen las palabras “adecuada a él”.

Segundo: El alma entonces se prepara para la futura cuarta iniciación. Es básicamente una experiencia monádica, y da por resultado –como bien saben– la desaparición o destrucción del vehículo del alma o cuerpo causal, y el establecimiento, por lo tanto, de una relación directa entre la mónada en su propio plano y la personalidad recientemente creada, vía el antakarana.

He presentado por primera vez, en orden consecutivo, estos dos puntos impartidos en la enseñanza esotérica; sin embargo, las insinuaciones han preparado el camino para ambos hechos. También he dado información acerca del mayavirupa, a través del cual el Maestro actúa y establece contacto con los tres mundos que Él crea deliberadamente a fin de servir Sus propósitos y planes. Constituye un sustituto definido de la personalidad y sólo puede ser creado cuando la vieja personalidad (construida y desarrollada durante el ciclo de encarnación) ha sido eliminada.

Prefiero utilizar la palabra “eliminada” en vez de “destruida”. La estructura –en el momento de la eliminación– persiste, pero su vida separatista ha desaparecido.

Si reflexionan con toda claridad acerca de esta afirmación, observarán que ahora es posible lograr una total integración. La vida de la personalidad ha sido absorbida; todavía queda la forma de la personalidad, pero persiste sin tener verdadera vida propia; ello significa que ya puede ser la receptora de energías y fuerzas que necesita el Iniciado activo o Maestro, a fin de llevar a cabo la tarea de salvar a la humanidad. Los estudiantes hallarán de valor estudiar las tres “apariciones de Cristo”, tal como están registradas en El Evangelio:

1. Su aparición transfigurada, en el Monte de la Transfiguración. Ese episodio describe simbólicamente a la radiante alma y también a los tres cuerpos abandonados por la personalidad, e insinúa además la futura construcción de un vehículo de manifestación. San Pedro dijo: “Señor, construyamos aquí tres chozas” o tabernáculos.

2. Su aparición como la verdad misma (silenciosa, aunque presente), ante la barra o tribunal de justicia de Pilatos, repudiado por el mundo de los hombres, pero reconocido por la Jerarquía.

3. Su radiante aparición, después de la iniciación de la resurrección:

a. A la mujer en el sepulcro –simbolizando Su contacto con la Humanidad–.

b. A los dos  discípulos en el camino  hacia Emaús  –simbolizando Su contacto con la Jerarquía–.

c. A los doce discípulos en la cámara superior – simbolizando Su contacto con la Cámara del Concilio del Señor del Mundo en Shamballa–.

Por lo antedicho podrán ver la naturaleza efectiva de los resultados a que me he referido anteriormente en esta instrucción. El discípulo que ha eliminado (en el sentido técnico así como en el místico) el aferramiento de la personalidad, posee ahora la “libertad que otorga el Ashrama”, según se lo denomina, pudiendo moverse a voluntad entre sus discípulos e iniciados. Nada existirá en su vida o cualidad vibratoria, que perturbe el ritmo del Ashrama; no existirá nada que obligue al Maestro a una “intervención pacífica”, como frecuentemente sucede durante las primeras etapas del discipulado; nada puede ya interferir en esos contactos y esferas de influencia superiores, sellados hasta ahora para el discípulo, por la intromisión de su propia personalidad.

REFERENCIAS:
Tratado sobre los Siete Rayos. Tomo IV, pág. 378/381.

jueves, 18 de enero de 2024


                                                        CICLOS (IMPULSOS CICLICOS)

 “La meditación del alma es de naturaleza rítmica y cíclica, como lo es todo en el cosmos. El alma respira y su forma vive por ello”.
Hay un flujo y reflujo en toda la naturaleza, y en la marea del océano vemos la maravillosa representación de una ley eterna. A medida que el aspirante se ajusta a las mareas de la vida del alma, empieza a darse cuenta que existe un constante flujo, vitalización y estímulo, seguido por el reflujo inevitable y seguro de las inmutables leyes de la fuerza. Este flujo y reflujo puede verse actuar en los procesos de la muerte y de la reencarnación. También se puede ver en el proceso de las vidas del hombre, porque algunas vidas son aparentemente pasivas e intrascendentes, lentas e inertes, desde el ángulo de la experiencia del alma, mientras que otra son vibrantes, plenas de experiencia y desarrollo. Esto deben recordarlo todos los trabajadores cuando procuran ayudar a otros a vivir correctamente.
Estos impulsos cíclicos son también más frecuentes, rápidos y fuertes, en la vida del discípulo que en la vida del hombre común, algo muy importante para nosotros, los cuales alternan con penosa rapidez. La conocida experiencia del místico en la montaña y en el valle, es sólo una forma de expresar este flujo y reflujo. A veces el discípulo camina en la luz del sol y otras en la oscuridad; unas veces conoce la alegría de la plena comunión y otras todo es oscuro y estéril; otras veces su servicio es una experiencia satisfactoria y fructífera, y cree que realmente puede ayudar, pero en otros casos siente que no tiene nada que dar y que su servicio es infecundo y sin resultado. Hay días en que todo lo ve claro y tiene la sensación de estar en la cima de la montaña, contemplando un paisaje bañado por el sol, donde todo se presenta nítido ante su vista. sabe y siente que es un hijo de Dios; sin embargo, después descienden las nubes, pierde toda su seguridad y le parece no saber nada. Camina a la luz del sol, está abrumado por la luminosidad y el calor de los rayos solares y piensa cuánto tiempo durará esta experiencia desigual y este violento álternar de opuestos.
No obstante, una vez captado el hecho observa el efecto de los impulsos cíclicos y de la meditación del alma sobre su naturalezaforma, se le aclara el significado, comprende que el aspectoforma falla en responder, y su reacción a la energía es despareja. Entonces aprende que cuando pueda vivir en la conciencia del alma y alcanzar a voluntad esa "altitud elevada" (si puede expresarse así), las fluctuaciones de la vidaforma ya no lo afectarán. De este modo percibe el estrecho sendero del filo de la navaja que lo lleva desde el plano de la vida física al. reino del alma, y descubre que cuando pueda hollar el sendero con firmeza, será conducido fuera del mutable mundo de los sentidos, hacia la clara luz del día y al mundo de la realidad.
Tratado sobre Magia Blanca, pág 58/9

martes, 9 de enero de 2024



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EL LIBRE ALBEDRIO
Podría decirse que dentro de los límites de la sabia orientación del hombre inteligente existe el libre albedrío, en lo que concierne a la actividad del reino humano. Allí donde no existe actividad mental ni facultad para discriminar, analizar y elegir, no hay libre albedrío. Sin embargo, dentro de los procesos más vastos del Plan, incluyendo toda la evolución planetaria, no hay libre albedrío para el pequeño ente, el hombre, el cual está sujeto a lo que llamamos "actos de Dios", ante los cuales no tiene defensa, escapatoria ni elección. Esto encierra un indicio de la actuación del karma en el reino humano; el karma y la responsabilidad inteligente están inextricablemente tejidos y entretejidos.
La gran diferencia que existe entre el reino humano en los tres mundos y los otros reinos de la naturaleza, es el libre albedrío. En la cuestión muerte, el libre albedrío tiene, en último análisis, una definida relación con el alma; la voluntad del alma se cumple consciente o inconscientemente, en lo que su decisión de la muerte concierne, y esta idea contiene en sí muchas implicaciones sobre las cuales los estudiantes harían muy bien en reflexionar.
Es imposible predecir lo que hará el género humano, debido al factor del libre albedrío.
Los siguientes puntos resultarán difíciles de captar, pero son de suma importancia:
En el sendero de la evolución, el ser humano es influido desde arriba hacia abajo; el iniciado es dirigido desde adentro hacia arriba. Esto describe el significado subyacente de la energía del libre albedrío, siendo solamente posible por la autodirección, energía que actualmente lucha por expresarse en ese gran discípulo mundial, la Humanidad.
Los hombres deciden por sí mismos la acción directa, hacen su propia elección y ejercen sin impedimento el libre albedrío que pueden poseer en un momento dado.
El Cristo y la Jerarquía espiritual nunca -no importa cuán grande sea la necesidad o la importancia del estímulo han infringido el derecho divino de los hombres a tomar sus propias decisiones, ejercer su libre albedrío y alcanzar la libertad, luchando por ella en forma individual, nacional o internacional. Cuando la verdadera libertad reine en la tierra veremos el fin de las tiranías, política, religiosa y económica, no me refiero a la democracia moderna como una condición que satisface la necesidad, porque la democracia es en la actualidad una filosofía anhelante y un ideal no logrado. Me refiero a ese período que ciertamente vendrá, en que gobernarán personas iluminadas, las cuales no tolerarán el autoritarismo de la iglesia ni el totalitarismo de ningún sistema político; tampoco aceptarán o permitirán la férula de ningún grupo que les diga lo que deben creer para ser salvados, ni cuál es el gobierno que deben aceptar. Cuando la verdad sea dicha a los pueblos y éstos puedan juzgar y decidir libremente, veremos un mundo mucho mejor.
La Jerarquía -debido al divino principio del libre albedrío en la humanidad- no puede predecir cómo actuarán los hombres en momentos de crisis, ni puede obligar a seguir la buena senda de la vida contra el deseo normal humano, porque las buenas acciones deben llegar desde lo más profundo del pensamiento y sentimientos humanos y surgir como un esfuerzo libre y no dirigido; la Jerarquía no puede dar los pasos que impidan a los hombres cometer errores, pues los hombres por los errores cometidos se dan cuenta "a través del mal, que es mejor el bien", según lo expresó un gran poeta iniciado.
Referencias:
Tratado sobre los Siete Rayos Tomo II Pág. 36
Tratado sobre los Siete Rayos Tomo IV Pág. 188
Tratado sobre los Siete Rayos Tomo V Pág. 196, 465. 525
La Reaparición de Cristo Pág. 143
La Exteriorización de la Jerarquía Pág. 523

domingo, 19 de noviembre de 2023


 ALEGRIA 


 Sientan gozo, porque el gozo deja penetrar la luz, y donde hay gozo no puede haber espejismo ni incomprensión. (5-427) 2. Procure expresar felicidad. Trabaje y sirva gozosamente. No sea tan serio, recorra alegremente el Camino iluminado. Tal es mi plegaria para usted. (5-379180) 3. Puede desarrollar esa cualidad del gozo que es la característica de una personalidad conscientemente arraigada en el reino del alma. (5-369) 4. Para quienes luchan, perseveran y se esfuerzan, la alegría es múltiple cuando llega la materialización. El contraste causa alegría, pues conociendo el pasado de tinieblas, gozarán en la luz de la fructificación y poseerán la alegría del compañerismo experimentado y probado; los años habrán demostrado quiénes son los asociados elegidos, y en la comunidad del sufrimiento se fortalecerá el vínculo; la alegría de la paz después de la victoria será suya; para el cansado guerrero los frutos de la realización y el descanso son doblemente dulces; obtendrán la alegría de participar en el plan de los Maestros, y será correcto todo aquello que los asocie a Ellos más estrechamente; la alegría de haber ayudado a consolar a un mundo necesitado, de haber llevado luz a las almas ensombrecidas, de haber curado en alguna medida las Hagas del sufrimiento del mundo, les pertenecerá, y tener conciencia de haber empleado bien los días y recibir la gratitud de las almas salvadas, trae la mayor de todas las alegrías - la que experimenta un Maestro cuando sabe que ha contribuido a elevar a un hermano un poco más en la escala de evolución. Esta alegría les aguarda a ustedes, y no está muy lejana. De manera que, no trabajen para la alegría, sino hacia ella; no por la recompensa, sino por la necesidad interna de ayudar; no por la gratitud, sino por el impulso que sobreviene al percibir la visión y comprender la parte que les corresponde desempeñar para traer esa visión a la tierra. Ayudará mucho saber diferenciar entre la felicidad, la alegría y la bienaventuranza: Primero, la felicidad tiene su asiento en las emociones y es una reacción de la personalidad. Segundo, la alegría es una cualidad del alma, sentida mentalmente cuando se efectúa el alineamiento. Tercero, la beatitud es la naturaleza del espíritu, sobre lo cual es inútil hacer conjeturas, hasta que el alma se de cuenta de su unicidad con el Padre. Esta comprensión viene después de una etapa anterior, en la que el yo personal se unifica con el alma. Por lo tanto, la especulación y el análisis, respecto a la naturaleza de la beatitud, no son de ningún beneficio para el hombre común, cuyas metáforas y terminología tienen por fuerza que ser personales y están relacionadas con el mundo de los sentidos. ¿El aspirante se refiere a su felicidad o a su alegría? Si es a esta última, debe ser efecto de la conciencia y solidaridad grupales, de la unicidad con todos los seres y, después de todo, no puede ser interpretado en términos de felicidad. La felicidad llega cuando la personalidad cumple con esas condiciones que satisfacen una u otra parte de su naturaleza inferior; cuando se experimenta una sensación de bienestar físico, contentamiento con su propio medio ambiente, con las personas que lo rodean o con las oportunidades y contactos mentales. La felicidad constituye la meta del yo separado. Sin embargo, cuando tratamos de vivir como almas, no tenemos en cuenta la satisfacción del hombre inferior, sentimos alegría en nuestras relaciones grupales y en esas condiciones que conducen a una mejor expresión de las almas de aquellos con quienes nos ponemos en contacto. El hecho de aportar alegría a otros, a fin de producir condiciones mediante las cuales puedan expresarse mejor, podrá tener un efecto físico cuando tratamos de mejorar sus condiciones materiales, o un efecto emocional cuando nuestra presencia les trae paz y los eleva, o un resultado intelectual cuando los estimulamos a pensar clara y comprensivamente. Pero en nosotros su efecto es de alegría por haber sido altruista y desinteresada nuestra acción y no depende de las circunstancias o estado social del aspirante. Se renuncia forzosamente a gran parte de la felicidad cuando la salud es mala, el medio ambiente difícil y el "karma acumulado durante muchas vidas" agobia, o cuando las dificultades de la familia, nación o raza, pesan sobre la personalidad sensible. No debe confundirse la alegría con la felicidad de la juventud o la satisfacción auto centrada de la persona egoísta o insensible, que se oculta detrás de sus deseos. Página 17 de 245 Parece una trivialidad y una paradoja ocultista decir que en medio de una profunda aflicción y desgracia de la personalidad, se puede conocer y sentir la alegría del alma. Sin embargo es así, y tal debe ser la meta del estudiante. (4-268/70) DK

miércoles, 11 de octubre de 2023

 


Concerniente a los Escritos de la Sabiduría Eterna sobre el Pueblo Judío

Los siguientes pensamientos son puestos a consideración por gente de Buena Voluntad que busca reconciliar su interés por los libros de Alice Bailey con las ocasionalmente controvertidas declaraciones de ésta acerca del rol del Pueblo judío en el Plan divino para nuestro mundo.

En muchos de los libros que Alice Bailey escribió, bajo el dictado del Maestro de Sabiduría conocido como Djwhal Khul (frecuentemente referido simplemente como “D.K” o “El Tibetano”), encontramos comentarios sobre el pueblo judío que han provocado interrogantes en las mentes de mucha gente de Buena Voluntad desde que los libros comenzaron a ser publicados hace aproximadamente ochenta años. Sin embargo, el material que existía, en forma impresa, era accesible al entendimiento en su mayoría sólo dentro de su propio contexto, realizando la lectura de los amplios parámetros de la Sabiduría Eterna (la antigua enseñanza espiritual transmitida desde tiempos inmemoriales y no diluida por los rumbos o cultura de cualquier período particular en la historia humana). Ahora el crecimiento de la tecnología ha hecho posible la difusión de los libros a través de CDs, con fáciles y rápidas posibilidades de búsqueda. El material que en un principio era ofrecido solo en su propio y amplio contexto, ahora puede extractarse y ofrecerse a todo el mundo por cuenta propia, fenómeno que está sucediendo por medio de Internet.Existe un cierto número de páginas Web dedicadas a atacar los escritos del Tibetano y de Alice Bailey y como poseedores y propietarios que somos de los derechos de autor de esos libros, se nos ha invitado a responder los cuestionamientos acerca de la legitimidad espiritual de estas enseñanzas.

Un factor adicional que debe considerarse, es el aumento de la sensibilidad social con respecto a las diferencias de raza, religión y cultura, que hacen que los comentarios del Tibetano parezcan cada vez más sorprendentes. En parte, esto es consecuencia del crecimiento de lo “políticamente correcto” y, seguramente, del incremento del entendimiento de los efectos de las palabras y de su origen en el pensamiento, lo cual contribuye a un mayor bien para todos. Sin embargo, los Maestros de Sabiduría, conocidos colectivamente como la Jerarquía, nunca han intentado adaptar Sus enseñanzas a los estándares de lo “políticamente correcto”. Un Maestro habla desde el nivel de la Verdad pura, porque su visión abarca el vasto alcance del Plan a través de la historia y del rol de nuestro planeta en ese Plan.


Los Escritos de Alice Bailey:

Los libros que el Tibetano escribió, con la cooperación de Alice Bailey, entre 1919 y 1949 se planearon como una fase intermedia dela triple entrega de Sabiduría Eterna planeada por la Jerarquía para preceder y condicionar la Nueva Era o Edad Acuariana. Cuando observamos el escenario mundial, podemos ver la enorme importancia del rol desempeñado por el pueblo judío y el estado de Israel, particularmente en los últimos cien años en la historia mundial. Esto puede explicar, en parte, la razón por la cual el Tibetano enfocó su atención especialmente en los judíos. Debido a que el establecimiento de rectas relaciones entre todos los aspectos de nuestra vida planetaria es el objetivo del Plan, se hace esencial la obtención de una paz justa y duradera en el Oriente Medio. Punto de inflexión para gran parte del conflicto mundial de hoy.

Alguna gente se sorprende de que, estando la historia humana tan llena de ejemplos sobre la inhumanidad del hombre por el hombre, el Tibetano parezca enfocar con especial criticismo a los judíos. Todas las cuestiones sobre las que el Tibetano escribió, necesitan ser estudiadas en el contexto global de sus enseñanzas, que promueven la Buena Voluntad, la tolerancia y el mutuo respeto. Los comentarios sobre el pueblo judío deben ser leídos en su contexto integral, el cual incluye una mención acerca de la espléndida contribución del pueblo judío en muchos sectores de la vida humana. La crítica de las tendencias separativas del sionismo debe ser leída en el contexto de otros comentarios que mencionan los subterfugios del Vaticano, el materialismo en las iglesias Cristianas y el eclecticismo en general. También habló abiertamente sobre su oposición al aislacionismo americano, al totalitarismo soviético, al fascismo, al nazismo y al gran mal personificado por Hitler y sus más cercanos asociadosy al pacifismo durante la Segunda Gran Guerra Mundial, todos los cuales comprometieron la esencial unidad de la humanidad y el responsable espíritu de libertad.

Es ese espíritu de amor y de identificación inclusiva lo que parece evocar el entendimiento y cooperación del grupo esotérico en la curación del fundamental problema humano de la separatividad. Muchos seres de Buena Voluntad están trabajando diligentemente para encontrar una solución. De manera que, el aspecto único de las enseñanzas esotéricas radica en desafiar al estudiante a penetrar al nivel causal de todos los problemas humanos donde, el origen espiritual de los problemas, puede ser identificado y precipitar soluciones duraderas en la conciencia humana. Quizás haya sido esta la causa por la cual el Tibetano insistiera en su criticismo al sionismo el cual pretende resolver el problema de la estigmatización del pueblo judío dándoles sus propias tierras en lugar de trabajar en su integración dentro de las naciones ya existentes.

La Historia tal como es Interpretada por la Sabiduría Eterna

Un estudio de la historia de los judíos, según lo presentado por la Sabiduría Eterna, puede traer una comprensión más profunda tanto de la grandeza de su logro como de su deuda kármica. Los orígenes del pueblo judío datan, según lo expresa el Tibetano, a un período muy anterior al que se nos relata en el Antiguo Testamento. Tan antiguo es el lugar de los judíos en el destino de la raza humana que el Tibetano dice que " el judío incorpora en sí mismo y simbólicamente, la historia toda de la humanidad".

La historia, según la interpreta la Sabiduría Eterna, cubre un tramo de tiempo tan extenso que es prácticamente incomprensible a la mente humana. Dentro del Plan Divino, la humanidad como el cuarto reino y mediadora en el despliegue evolutivo de la vida sobre la tierra, (desde la materia más densa hasta el espíritu), desempeña un papel crucial y de inflexión en este proceso. La humanidad moderna, según la Sabiduría Eterna, está entrando a una nueva edad conocida como Acuario. En una época muy anterior, gobernada por la constelación de Géminis, el cenit del logro humano para ese tiempo fue alcanzado por un grupo de discípulos judíos que serían los originadores y fundadores del moderno pueblo judío. Según la antigua enseñanza espiritual, este grupo, altamente desarrollado, se rebeló contra " el mandato de entrar, libremente y sin posesiones, al lugar donde se puede encontrar la Luz. Intentaron retener lo que habían recolectado y dedicarlo al servicio de Dios " (Libro Psicología Esotérica, Vol. I, p. 309). Tres discípulos de este grupo que " se rebelaron del drama de austeridad" llegaron a ser los fundadores del moderno pueblo judío.

Colocar este acontecimiento en un contexto histórico es virtualmente imposible. El Tibetano dice que “ la raza es tan antigua que no existe nación en el mundo que no tenga raíces en ese grupo, el cual, en la antigua Lemuria, había logrado tal grado de evolución que sus personajes más destacados estaban en el sendero del discipulado.” No hay ningún linaje racial en el mundo occidental que no tenga vástagos de este antiguo y selecto pueblo, excepto los finlandeses y los lapones y esas naciones que tienen una definida descendencia mongólica. Los tres discípulos originales y sus familias fueron los progenitores de tres grupos raciales importantes, que pueden clasificarse en forma general:

1. La raza semita o las razas de los tiempos bíblicos y modernos: los árabes, afganos, moros y los vástagos y las afiliaciones de esos pueblos incluyendo los egipcios modernos. Todos estos descienden del mayor de los tres discípulos.

2. Los pueblo latinos, sus diversas ramas en todo el mundo, y las razas celtas, dondequiera se encuentren, son descendientes del segundo de los tres discípulos.

3. Los teutones, los escandinavos y los anglosajones son descendientes del tercero de los tres discípulos.

(Ver el libro Psicología Esotérica, Vol. I, Pág. 312)

Este origen común, esta historia kármica compartida por tantas personas del mundo de hoy se ha perdido de vista y esta visión, que precede a la historia documentada, no puede ser verificada claramente por la ciencia. Pero si uno se acerca a esta enseñanza, intuitivamente, puede ayudar a verter luz acerca del por qué de la visión de la Sabiduría Eterna sobre el papel de los judíos que, sin embargo, constituyen solamente un porcentaje pequeño de la población actual del mundo, aunque muy significativo.

También ayuda a clarificar el porqué los judíos, " constituyen en conjunto el plexo solar del Logos planetario; su problema se utiliza hoy para enfocar, calificar y condicionar la naturaleza sensoria del mundo, y las reacciones emocionales de la naturaleza sensible de la humanidad y del Logos planetario. Recuerden que la Personalidad de nuestro Logos planetario no es aún perfecta, de allí que Su cuerpo de manifestación, el planeta, no sea considerado planeta sagrado. A través del pueblo judío en el mundo, el sentimiento de simpatía o antagonismo que expresa amor o está condicionado por el odio- se va acumulando para enfocarse en el centro plexo solar planetario, lo cual es preparatorio para un cambio grande y permanente. Por esta razón he dicho a algunos de mis estudiantes que cuando la humanidad haya solucionado correctamente el problema judío, y se haya resuelto de una manera sensata y humanitaria, entonces la energía del centro plexo solar planetario habrá sido elevada al corazón y habrá hecho una gran transmutación". (Exteriorización de la Jerarquía, p. 78)

Debemos hacer hincapié en la siguiente declaración del Tibetano,

" a través del pueblo judío en todo el mundo, el sentimiento ... se está acumulando...". Esto implica que la naturaleza del sentimiento de todos los seres humanos, no sólo de aquellos encarnados actualmente en cuerpos judíos, se está estimulando con su reacción a los problemas centrados en la situación de los judíos. Todos hemos tenido parte en la generación de este problema a través de los milenios y depende de la gente de Buena Voluntad solucionarlo a través del correcto pensamiento, de las actitudes amorosas y de una identificación constante con la realidad de la Humanidad Una.

La Raza en la Sabiduría Eterna

Otra frecuente mala interpretación, acerca de lo brindado por la Sabiduría Eterna, se centra sobre el término “Ario”, el cual es el nombre dado a la familia de idiomas indoeuropeos y a los hablantes de esos idiomas y, posteriormente, deformado en la Alemania nazi al aplicarlo a una raza específica. La enseñanza esotérica utiliza este término aplicándolo a un estado evolutivo en la consciencia. Citando al Tibetano: " cuando utilizo la palabra ‘raza’ no me refiero a las diferenciaciones hechas por el hombre ni a las seudo-científicas, respecto a las naciones, razas o tipos sino a un estado de consciencia aria o consciencia mental o estado reflexivo; éste tiene sus exponentes y sus “miembros de raza” en cada nación, sin diferencias u omisiones. Quisiera que lo recuerden cuidadosamente, pues no está por aparecer una nueva raza, desde el ángulo territorial; sólo hay una distribución general de esas personas que poseen las denominadas características de la sexta raza raíz. Este estado de consciencia encontrará expresión en personas tan racialmente separadas como los japoneses y los americanos, los negros y los rusos. Significa que hay una capacidad para actuar con lucidez en el plano mental, comparar las informaciones, interpretar correctamente y relacionar esa información, y crear los conceptos necesarios o formas mentales para posibilitar esas interpretaciones " (Rayos e Iniciaciones. P. 487)

Otro punto de preocupación para muchos es la oposición constante del Tibetano al movimiento político judío de extrema derecha conocido como Sionismo (Nota: similar en sus bases a otros movimientos de ultraderecha, como el Nazismo). El Tibetano creía que el “problema judío” se podría solucionar, solamente, por la integración de los mismos enlas naciones del mundo, no estableciéndolos en un lugar aparte, en una nación separada. Sin embargo, casi todos los escritos que completó, con la colaboración de su amanuense Alice Bailey, fueron terminados antes de que el estado de Israel se fundara en 1948, e Israel fuera una realidad durante más de cincuenta años. Esta situación no mejorará por el pensamiento crítico y de odio hacia los ciudadanos israelíes o sus vecinos. Principalmente, todos los seres de Buena Voluntad están obligados a tender un puente de amor comprensivo y de compasión para todos aquellos afectados por el sufrimiento resultante del conflicto de larga duración en Oriente Medio. Todos los que se acogen a los valores espirituales deben acercarse a la situación de Oriente Medio con una valoración realista de las actuales circunstancias y enfocarse en el cambio creativo que conduzca a mejorar las condiciones para todos los involucrados. Es un desafío difícil, pero no imposible. Y vale cada gramo de esfuerzo que podamos aplicar para una solución justa, porque " cuando la humanidad haya solucionado el problema judío (con la colaboración comprensiva de su parte) y superado los antiguas antipatías y odios, podrá fusionar el problema en una vasta situación humanitaria" (Exteriorización de la Jerarquía, p. 70)

La Buena Voluntad y la Libre Voluntad en la Sabiduría Eterna

Bajo el Plan divino para nuestro mundo, la Humanidad es dejada en libertad para que resuelva su propio destino. Citando al Tibetano una vez más: " La raza judía es un símbolo de la humanidad en su sentido masivo. En la resolución de su conflicto y en la iniciación de la acción correcta, tendrá lugar un gran avance en la liberación humana". (Los Rayos y las Iniciaciones, p.525).

martes, 3 de octubre de 2023


                     EL SEXO Y EL DISCIPULADO

1) Quisiera decir algunas palabras respecto al sexo en la vida del discípulo. Existe una gran contusión sobre el tema; en la mente de los aspirantes el precepto sobre el celibato está asumiendo un cariz de doctrina religiosa. Con frecuencia nos dicen los bien intencionados, pero carentes de lógica, que si un hombre es discípulo no puede contraer matrimonio y, por consiguiente, no puede haber una realización espiritual, a no ser que el hombre practique el celibato, teoría que tiene su origen en dos cosas:
Primero, en Oriente ha existido un concepto erróneo respecto a las mujeres. Segundo, en Occidente ha prevalecido, desde la época del Cristo, la tendencia a conceptuar la vida espiritual como monástica y conventual. Ambos conceptos encierran dos ideas equívocas y son la raíz de la gran incomprensión y la razón de muchos males. El hombre no es mejor que la mujer ni la mujer mejor que el hombre. Sin embargo, millares de personas consideran a la mujer como la perfección del mal y la base de la tentación. Pero Dios ordenó desde el principio que hombres y mujeres tenían que satisfacer las necesidades comunes y actuar y complementarse entre sí. Dios no ordenó que los hombres vivan en comunidad, aislados de las mujeres o las mujeres de los hombres; estos dos grandes sistemas han conducido a los abusos sexuales y a grandes sufrimientos.
Creer que el discípulo debe llevar una vida de celibato y abstenerse de practicar toda función natural, es incorrecto e indeseable. Esto puede comprobarse por el reconocimiento de dos cosas:
Primero, si la divinidad es verdaderamente una realidad y la expresión de la omnipotencia, de la omnipresencia, así como de la omnisciencia, y si el hombre es esencialmente divino, entonces no puede existir una condición donde la divinidad no tenga supremacía. No puede haber una esfera de actividad humana en la que el hombre no actúe en forma divina, o que las funciones no puedan ser iluminadas por la luz de la razón pura y la inteligencia divina. No me refiero aquí a ese argumento engañoso e hipotético que, debido a la divinidad inherente en el hombre, considera correcto lo que las personas normales y bien orientadas consideran erróneo. Esto puede ser sólo una excusa superficial para actuar mal. Me refiero a las correctas relaciones sexuales dentro de los límites de las leyes tanto espirituales como las del país.
Segundo, la vida que no esté bien integrada ni ejerza todas las funciones de su naturaleza (animal, humana y divina, y el hombre es esas tres cosas en un solo cuerpo) es frustrada, inhibida y anormal. Es verdad que no todos pueden contraer matrimonio en estos tiempos, pero eso no niega la realidad más grande de que Dios creó al hombre para unirse en matrimonio. No todos están en una posición que les permita vivir vidas normales y plenas, consecuencia también de la actual y anormal situación económica, pero ello no niega de manera alguna que las condiciones son anormales. Es igualmente falso, anormal e indeseable decir que el celibato forzado indica una profunda espiritualidad y es parte necesaria de todo entrenamiento esotérico y espiritual. No hay mejor escuela de entrenamiento para un discípulo o un iniciado. que la vida de familia, con sus relaciones obligatorias, la facilidad que otorga el ajustarse y adaptarse, el servicio y los sacrificios que demanda y las oportunidades que ofrece para expresar plenamente todas las facetas de la naturaleza del hombre. El mayor servicio que puede prestarse a la raza es proporcionar cuerpos a las almas que encarnan, atenderlas y educarlas dentro de los límites del hogar. Pero la cuestión y el problema de la vida familiar y el engendrar hijos ha sido desfigurado y mal interpretado; pasará mucho tiempo antes de que el matrimonio y los hijos asuman su correcto lugar sagrado, y más tiempo aún pasará antes de que desaparezcan el dolor y el sufrimiento, debido a nuestros errores y abusos en las relaciones sexuales; la belleza y la consagración del matrimonio y la manifestación de las almas en la forma reemplazarán al actual conjunto de ideas erróneas.
El aspirante y el discípulo en el Sendero y el Iniciado en el "Camino Iluminado", no tienen por lo tanto mejor campo de entrenamiento que la relación marital correctamente aplicada y comprendida. La disciplina rítmica de la naturaleza animal, la ofrenda de las naturalezas emocional e instintiva al altar del sacrificio, y la autoabnegación requerida en la vida de familia, constituyen un enorme poder de evolución y de purificación. El celibato que se exige es de naturaleza superior en lo que respecta a las exigencias de la naturaleza inferior y a la negativa del hombre espiritual a dejarse dominar por la personalidad y las exigencias de la carne. Adoptar la actitud de imponer el celibato en la preparación de la mayoría de los discípulos, ha conducido a la prostitución y a la perversión de las funciones y facultades otorgadas por Dios; aún donde no ha existido esta penosa condición y donde la vida ha sido sensata, consagrada y sana, ha habido frecuentemente indebido sufrimiento, dolor, angustia mental y disciplina, antes de que puedan ser controlados los pensamientos y las tendencias irrefrenables.
Es verdad que a veces un hombre se ve obligado a llevar una vida en la cual enfrentará el problema del celibato y estará forzado a abstenerse de toda relación física y vivir una vida estrictamente célibe, a fin de demostrarse a sí mismo que puede controlar la parte animal e instintiva de su naturaleza, pero esta condición es frecuentemente el resultado de excesos y libertinaje en una vida anterior, y es necesario aplicar medidas rigurosas y condiciones anormales para neutralizar y rectificar errores del pasado y dar a la naturaleza inferior tiempo para reajustarse. Repito, esto no indica desarrollo espiritual sino más bien lo contrario. No olviden que estoy tratando el caso especial del celibato autoaplicado y no las actuales condiciones mundiales donde los hombres y mujeres, por razones económicas y de otra naturaleza, se ven obligados a vivir sin poder expresar la vida en forma natural y plena.
Finalmente, el problema sexual debe ser resuelto en el hogar y en condiciones normales, y a las personas más evolucionadas del mundo y a los discípulos de todos los grados les corresponde resolverlo.
Referencias:
Tratado sobre los Siete Rayos Tomo I. Pág. 242/245

martes, 1 de agosto de 2023


 

                       Aspirante espiritual

 El karma del aspirante es de tal naturaleza que puede, mediante el esfuerzo esmeradamente aplicado, manejar su vida, de manera que no sólo cumple con su karma, desempeñando sus obligaciones, sino que tiene la suficiente determinación para permitirle solucionar los problemas y cumplir también con las obligaciones del discipulado. Desempeña con correcto móvil su servicio en bien de los demás; comienza a ejercer y a hacer sentir su poder; pierde de vista su propio interés por el ajeno. Cuando esto sucede se producen ciertos acontecimientos esotéricos.
El Maestro consulta con algunos de Sus discípulos más avanzados, si es aconsejable admitir al aspirante dentro del aura del grupo, y mezclar su vibración con la del grupo. Si se llega a alguna decisión, en el término de dos años, un discípulo avanzado actúa entonces como intermediario entre el Maestro y el aspirante recientemente aceptado. Trabaja con el nuevo discípulo aminorando (si así puede expresarse) la vibración del Maestro para acostumbrar a los cuerpos de aquél a las aceleradas vibraciones superiores. Plasma en la mente del discípulo, por medio de su ego, los planes e ideales del grupo, y observa su reacción a los acontecimientos y oportunidades de la vida. Podría decirse que asume por el momento y en forma práctica, los deberes y la posición del Maestro.
El aspirante ignora durante todo este tiempo lo que ha sucedido, y es inconsciente de sus contactos subjetivos. Sin embargo, reconoce en sí mismo tres cosas:
Acrecentada actividad mental. Al principio esto le traerá mucha dificultad y le parecerá como si estuviera perdiendo el control de la mente en vez de adquirirlo, pero sólo es un estado transitorio, y gradualmente asumirá el mando.
Acrecentada respuesta a las ideas y creciente capacidad para visualizar el Plan de la Jerarquía. Esto, hasta cierto punto, lo convertirá en un fanático en las primeras etapas. Continuamente será arrastrado por ideales, ismos, modos de vivir y nuevos sueños, en bien del mejoramiento de la raza. Se afiliará a un culto tras otro, porque quizás ello posibilitará la llegada del milenio. Pero después de un tiempo recobrará su equilibrio y el propósito asumirá el control de su vida. Trabajará en su propia ocupación, y contribuirá a la actividad del todo, de acuerdo a su capacidad.
Acrecentada sensibilidad síquica. Indica conocimiento y al mismo tiempo una prueba. Puede ser seducido por los poderes síquicos y tentado a desviar su esfuerzo del servicio especializado a la raza, hacia la explotación de los poderes síquicos, utilizándolos para el propio engrandecimiento. El aspirante debe progresar simultáneamente en todos los aspectos de su naturaleza, pero hasta no actuar conscientemente como alma o psiquis, y emplear la inteligencia cooperadora, los poderes inferiores deben estar pasivos, los cuales pueden ser utilizados sin peligro por los discípulos avanzados e iniciados. Son armas e instrumentos de servicio que deben ser empleados en los tres mundos por quienes aún están atados a esos mundos por la Ley de Renacimiento. Quienes han pasado por la gran Liberación y “cruzado ocultamente el puente”, no necesitan emplear los poderes inherentes a los vehículos inferiores, pueden utilizar el conocimiento infalible de la intuición y la iluminación del principio Luz.
Tratado sobre Magia Blanca pág 128/30

domingo, 2 de julio de 2023


 

Este signo constituye una de las dos puertas del zodíaco, porque a través de él pasan las almas a la manifestación externa, a la apropiación de la forma y a la consiguiente identificación con ella, durante largos ciclos. Es “la puerta que está ampliamente abierta, ancha y fácil de atravesar, que conduce, sin embargo, al lugar de la muerte y a ese largo período de aprisionamiento que precede a la rebelión final”.

Existen dos palabras que imparten el propósito y la intención de expresarse en la vida misma. Esto explica la razón por la cual las dos “Puertas del Zoodíaco” se abren ampliamente al impulso y demanda del Espíritu divino. Una es la palabra AUTOCONSERVACIÓN, que produce el impulso de encarnar en Cáncer, puerta que lleva a la expresión del espíritu al plano físico. Cuando la forma constituye el objeto principal de la atención del alma y aquello con lo que especialmente se identifica, este impulso produce la etapa de concreción estática en el signo terrestre de Capricornio.
La otra palabra es INMORTALIDAD, el aspecto divino de la autoconservación y principal factor condicionante del proceso creador, que conduce a la total revelación de la vida en la forma.
Cáncer y Escorpio son dos signos de naturaleza acuosa. Tenemos en consecuencia, el Cangrejo, el Escorpión con el aguijón en su cola. El Cangrejo, de movimiento lento, identificado con la morada que lleva a cuestas, vive en la tierra (vida del plano físico) y también en el mar (plano de las emociones); el Escorpión, de movimiento rápido, de efecto mortífero para los hombres que lo rodean, es una criatura de la tierra y también el símbolo del Cangrejo transformado, resultado del procedimiento evolutivo, indicando la naturaleza peligrosa del hombre que no se ha transformado, y es, por lo tanto, dañino y peligroso para los demás.
El tercer signo de agua es Piscis, que en la antigua Lemuria era representado por una mujer con cola de pez, y el recuerdo de este símbolo es la legendaria sirena. Los peces representan al hombre a quien se lo ha desposeído de la mitad de su signo original por habérsele quitado el símbolo del materialismo, lo cual indica que se ha liberado de la materia. Los tres signos de agua proporcionan una breve y simbólica historia del crecimiento del hombre y del verdadero desarrollo de la personalidad, cuadro que representa la Ley de Causa y Efecto.
La conciencia humana es sólo embrionaria en Cáncer, porque predomina la mente de la masa, no la mente individual.
En el sendero del discipulado y en todo el desenvolvimiento esotérico, una de las mayores dificultades y el mayor problema del discípulo, es su extrema sensibilidad a los impactos que le llegan de todas partes y su rápida habilidad para responder a los contactos que vienen de “todos los puntos cardinales, y de cada ángulo de la rueda zodiacal, de lo externo y de lo interno, de arriba y de abajo y de todas partes”, según el Antiguo Comentario. Es muy difícil y penoso para el estudiante común de los tiempos modernos captar en Cáncer la conciencia de la masa, pero también le será igualmente dificultoso captar la percepción grupal de la conciencia universal de Acuario.

Extractado de: ASTROLOGÍA ESOTÉRICA – Alice A. Bailey.-
(TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS - TOMO III ).-