Para ti caminante.

Conocer el camino no nos hace más sabios, andarlo con virtud, nos transforma en maestros.

Instagram: el.camino.infinito

viernes, 6 de diciembre de 2013

Cuando un Maestro desea encontrar a quienes están capacitados para recibir instrucción y enseñanza, busca ante todo tres cosas. Si éstas no existen, será inútil toda devoción, aspiración, pureza y formas de vida. Es esencial que todos los aspirantes comprendan estos tres factores y eviten sufrimiento mental y pérdida de energía. 1. El Maestro busca la luz en la cabeza. 2. Investiga el karma del aspirante. 3. Observa su servicio en el mundo. Si no hay indicios en el hombre de que es, denominado esotéricamente, "una lámpara encendida", será inútil que el Maestro pierda Su tiempo. Cuando la luz en la cabeza está presente, indica: a. El funcionamiento mayor o menor de la glándula pineal, que (como bien se sabe) es el asiento del alma y el órgano de la percepción espiritual. En esta glándula tienen lugar los primeros cambios fisiológicos incidentales al contacto con el alma, lo cual se logra mediante el trabajo definido de meditación, el control mental y la afluencia de fuerza espiritual. b. El alineamiento del hombre con su ego - alma o yo superior en el plano físico - en el plano mental, más la subordinación de la vida y naturaleza del plano físico a la impresión y el control del alma. Esto está muy bien explicado en los primeros tres capítulos del libro Cartas sobre Meditación Ocultista y debe ser estudiado por los aspirantes. c. El descenso de fuerza mediante el sutratma, cordón o hilo magnético, desde el alma al cerebro, a través del cuerpo mental. Todo el secreto de la visión espiritual, correcta percepción y contacto, consiste en una debida comprensión de la afirmación anterior y, por lo tanto, los Aforismos de Yoga de Patanjali es siempre el libro de texto de los discípulos, iniciados y adeptos, porque allí se encuentran esas reglas y métodos que ponen a la mente bajo control, estabilizan el cuerpo astral y desarrollan y refuerzan el hilo del alma, a fin de poder ser un verdadero canal de comunicación entre el hombre y su ego. La luz de la iluminación desciende a la cavidad del cerebro y hace objetivas tres esferas de conocimiento. A menudo esto se olvida, y de allí proviene la indebida aflicción y las interpretaciones prematuras del discípulo probacionista parcialmente iluminado. La luz pone de relieve primeramente, y lleva al primer plano de la conciencia esas formas mentales y entidades que representan la vida inferior, y que (en su conjunto) constituyen el Morador en el Umbral. Así el aspirante se da cuenta, ante todo, de lo indeseable, de su falta de mérito y de sus limitaciones e irrumpen en su visión los componentes malsanos de su aura. La oscuridad interna se intensifica por la luz que brilla débilmente desde el centro de su ser, y con frecuencia se desespera y desciende a las profundidades de la depresión. Todos los místicos atestiguan esto, y este período debe ser vivido hasta que la luz pura del día despeje todas las sombras y la oscuridad; así poco a poco la vida se ilumina y brilla hasta que el sol en la cabeza fulgura en toda su gloria. d. Finalmente, la luz en la cabeza indica haber descubierto el sendero, y al hombre sólo le queda estudiar y comprender la técnica por la cual la luz se centraliza, intensifica, penetra, hasta que oportunamente se convierte en esa línea magnética (parecida al hilo de la araña) que puede ser seguida retroactivamente hasta llegar al origen de la manifestación inferior y penetrar en la conciencia del alma. El lenguaje empleado es simbólico, aunque vitalmente exacto, pero está expresado así a fin de impartir información a los que saben y proteger a los que aún no saben. "El sendero del justo es como una luz brillante" y, sin embargo, al mismo tiempo el hombre debe convertirse en el sendero mismo. Penetra en la luz, se convierte en luz, y actúa como lámpara encendida en un lugar oscuro, llevando iluminación a otros e iluminando el camino ante ellos . DK


martes, 12 de noviembre de 2013

La correspondiente actividad de la personalidad en el Acercamiento de Apropiación, es el resultado de la reorientación y del reajuste que tiene lugar en la vida de la personalidad cuando está en el sendero de probación. Entonces el aspirante individual después de mucha lucha y gran esfuerzo, “toca” de pronto y por un instante el nivel del alma y conoce así el significado de la expresión “contacto con el alma”. Tal contacto ya no es un deseo, una visión, una creencia teórica o una esperanza, sino una experiencia y un hecho. Los términos “el contacto con el alma” y “sentir la cualidad vibratoria del alma” son frases que se emplean con frecuencia. Les sería de valor a los estudiantes aprender a apreciar que “en la meditación profunda” súbitamente reconocen y establecen cierta relación; la personalidad ha respondido -por primera vez- de tal modo, que la “apropiación” del instrumento efectuada por el alma (llamada individualización), la repite la personalidad, apropiándose de la inspiradora e influyente alma. Esta experiencia marca un momento significativo en la vida del alma y de la personalidad; el hombre ya no será el mismo, pues ha participado de una actividad del alma. Este gran acontecimiento, visto desde este ángulo, debería proyectar una nueva luz e infundir un nuevo espíritu emprendedor cuando el aspirante practica la meditación.DK


jueves, 10 de octubre de 2013

Hasta que el sendero de luz no se haya unido al de la vida, no podrá efectuarse la gran transición del cuarto reino al quinto. Son posibles ciertas expansiones de conciencia; pueden pasarse iniciaciones en el plano astral y en el plano mental inferior, percibirse algo de la visión y sentir la Presencia; puede llegarse al Bien Amado por medio del amor y la beatitud, y la alegría de este contacto puede traer consigo una alegría permanente; pero esa clara percepción proveniente de la experiencia pasada en el Monte de la Iluminación, es muy distinta de la alegría experimentada en el Monte de la Bendición. En uno, el Corazón es el guía, y en otro, la Cabeza. Para responder más categóricamente: el sendero del conocimiento es el del ocultista y del sabio; el del amor es el del místico y del santo. El acercamiento por medio de la cabeza o del corazón no depende del rayo, pues ambos caminos deben ser conocidos; el místico deberá convertirse en ocultista; el ocultista blanco ha sido el místico santificado. El verdadero conocimiento es amor inteligente, porque es la fusión del intelecto y la devoción. La unidad se siente en el corazón; su aplicación inteligente a la vida debe ser desarrollada mediante el conocimiento. Es de gran valor reconocer la tendencia del propósito de la vida, y saber si el objetivo de una vida constituye el método de la cabeza o del corazón. Aquí se requiere, sin embargo, un sutil discernimiento espiritual, porque el espejismo de la ilusión puede tentar a seguir el sendero de la inercia. Reflexionen detenidamente sobre estas palabras y asegúrense que la cuestión tenga una base sólida y que no provenga de un complejo de inferioridad, ni de la iniciativa de un hermano y su consiguiente envidia, o de una plácida inercia que niega toda actividad. DK


jueves, 26 de septiembre de 2013

Esotéricamente y de acuerdo con la ley del desarrollo rítmico que preside la evolución en la vida de la naturaleza, han sido establecidas ciertas bases de entrenamiento espiritual en todos los Ashrams de la Jerarquía. Siguiendo el principio oculto de que la redención humana en todas sus fases, va de lo universal a lo individual o particular y que hay que “mirar primero hacia arriba antes de obrar hacia abajo”, se enseña a los discípulos sujetos a tales entrenamientos ashrámicos que la respiración en todas sus etapas ha de realizarse primero en la mente, a través de los intervalos producidos entre la actividad de dos pensamientos, los cuales, una vez convenientemente establecidos, determinarán zonas neutras o espacios vacíos en el cuerpo emocional hasta que finalmente, cuando la extensión del intervalo llega a contactar el cuerpo físico, observa el discípulo que “ya no respira como solía hacerlo antes”, sino que entre las fases de inhalación y exhalación se producen espontáneamente unos intervalos, cada vez más prolongados, comprendiendo entonces por experiencia personal y no por seguir regla respiratoria alguna, que al dejar de preocuparse por las actividades respiratorias, la sabia Naturaleza desde arriba le introdujo en la verdadera Ciencia de la Respiración, cuyos maravillosos intervalos le dieron la clave de la redención física y el descubrimiento del verdadero “Elixir de Vida”, tan ardientemente buscado por los filósofos y alquimistas de todas las edades. VBA


lunes, 19 de agosto de 2013

El Maestro revela al discípulo el objetivo que se propone realizar en un breve ciclo inmediato y le sugiere la conveniencia de tal o cual desarrollo. El trabajo del discípulo consiste en asegurarse el mejor [i53] método para obtener los resultados deseados, y en formular planes por medio de los cuales obtener cierto éxito. Entonces inicia sus proyectos, funda su sociedad u organización, y difunde la enseñanza necesaria. Sobre él recae la responsabilidad de elegir colaboradores apropiados, trasmitir el trabajo a los más capacitados y presentar debidamente la enseñanza. Todo lo que hace el Maestro es observar el esfuerzo con interés y simpatía; mientras tanto el discípulo mantiene su elevado ideal inicial y sigue su camino con puro altruismo. El Maestro no es culpable si el discípulo muestra falta de discernimiento en la elección de colaboradores o evidencia incapacidad para representar la verdad. Si lo hace bien y el trabajo progresa, como es de desear, el Maestro continuará impartiendo Su bendición sobre el esfuerzo. Si fracasa y sus sucesores se apartan del impulso original, difundiendo así toda clase de errores, el Maestro, con amor y simpatía, omitirá esa bendición, retendrá Su energía y dejará de estimular aquello que es mejor que desaparezca. Las formas van y vienen y el interés del Maestro y Su bendición, fluirán a través de un canal u otro; el trabajo puede continuar por cualquier medio, pero siempre la fuerza de la vida persistirá, destruyendo la forma allí donde sea inadecuada o utilizándola cuando satisfaga la necesidad inmediata. DK


lunes, 12 de agosto de 2013

Los que tratan de servir a la humanidad y unirse al esfuerzo jerárquico para curar a un mundo dolorido, deben aprender a penetrar detrás de las apariencias, de los métodos y esquemas, de los resultados y efectos, en el plano físico, y tratar de establecer contacto con las fuerzas de Shamballa o de la Jerarquía, y con la necesidad humana que ha producido estas expresiones, y considerarlas por lo que son -no como sistemas caducos y esfuerzos infantiles para mejorar, sino planes embrionarios por los cuales, oportunamente, podrá llegar la liberación, la cultura y la civilización de la nueva era. Si tratan de llevar la iluminación a los lugares oscuros de la Tierra (es decir, a las mentes de los hombres), entonces deberán ver con claridad y relacionar lo abstracto y lo concreto, de manera que pueda verse en sus propias [e67] vidas un idealismo actuante; sólo así podrá verse también un idealismo activo de carácter nacional, racial y humano. Debe emplearse tanto la cabeza como el corazón, y esto muchas personas vehementes tienden a olvidarlo. Al realizar este esfuerzo ¿podrían trabajar a alta tensión -tensión producida por la interrelación de la cabeza y el corazón, actuando en forma creadora por intermedio del [i74] centro laríngeo- esotéricamente entendido? En esta última frase he expresado para los discípulos, la índole del esfuerzo que deben realizar. DK


jueves, 11 de julio de 2013

No es fácil recordar que a medida [e147] que vivimos con pureza y rectitud, estamos en realidad trabajando con fuerzas, subyugando energías para nuestras necesidades, subordinando [i192] las vidas elementales a los requisitos de la existencia espiritual y poniendo en actividad un mecanismo y estructura vital que hasta ahora sólo había permanecido en estado latente y pasivo. Sin embargo, no deja de ser una verdad que, cuando las energías latentes en la base de la columna vertebral son conducidas a la cabeza y llevadas (a través del plexo solar, lugar de distribución de energía y de la médula oblongada) al centro entre las cejas, entonces la personalidad, el aspecto materia, alcanza su apoteosis y la Virgen María - en el sentido individual, analogía finita de una Realidad infinita - es "conducida al Cielo" para sentarse allí al lado de su hijo, el Cristo, el alma. Cuando las energías del centro sacro, enfocadas hasta ahora en el trabajo de creación y generación física, y por lo tanto origen del interés y la vida sexual, son sublimadas, reorientadas y ascendidas al centro laríngeo, entonces el aspirante se convierte en una fuerza consciente y creadora en los mundos superiores; traspasa el velo, y empieza a crear el canon de las cosas que, oportunamente, traerán el nuevo cielo y la nueva tierra. Cuando las energías del plexo solar - hasta ahora expresión de la potente naturaleza de deseos, que nutre la vida emocional, de la personalidad - son también trasmutadas y reorientadas y después conducidas al centro cardíaco, se obtiene como resultado, la comprensión de la conciencia, el amor y el propósito grupales, que hacen del aspirante un servidor de la humanidad y un asociado de los Hermanos Mayores de la raza. DK


miércoles, 10 de julio de 2013

¡Cuántas veces se encuentra un estudiante más preocupado en el Maestro y lo que Éste hará, que en su propio trabajo! Sin embargo adaptarse al servicio y capacitarse para colaborar útilmente, son o debieran ser sus principales preocupaciones. Interesa más la investigación respecto al Maestro que las cualidades necesarias para el discipulado. Lo que se sabe respecto a los adeptos interesa más que la constante investigación sobre las limitaciones [i183] e incapacidades, cosa que debería ocupar la atención del aspirante. Es más fácil despertar la curiosidad acerca de las costumbres y los métodos de determinados Maestros para manejar a los discípulos, que aplicar pacientemente hábitos correctos y métodos de trabajo en la vida del pseudo discípulo. Todas estas cuestiones son de orden secundario y sólo dificultan y limitan, y una de las primeras cosas que se aconseja, a quien quiera entrar en comunicación con los Maestros, es apartar su atención de todo lo que no le concierne y enfocarla en los pasos y etapas necesarios que debe expresar en su vida y suprimir esos momentos perdidos, estados de ánimo y períodos mentales que frecuentemente ocupan la mayor parte de su vida mental. Cuando un Maestro desea encontrar a quienes están capacitados para recibir instrucción y enseñanza, busca ante todo tres cosas. Si éstas no existen, será inútil toda devoción, aspiración, pureza y formas de vida. Es esencial que todos los aspirantes comprendan estos tres factores y eviten sufrimiento mental y pérdida de energía. 1. El Maestro busca la luz en la cabeza. 2. Investiga el karma del aspirante. 3. Observa su servicio en el mundo. Si no hay indicios en el hombre de que es, denominado esotéricamente, "una lámpara encendida", será inútil que el Maestro pierda Su tiempo. DK


viernes, 28 de junio de 2013

Recuerden que ningún hombre puede ser un discípulo, en el sentido que el Maestro da a esta palabra, si no es un precursor. Responder a la verdad espiritual, experimentar placer en ideales avanzados y aceptar con agrado las verdades de la nueva era, no constituye el discipulado. Si fuera así, las filas de los discípulos se llenarían rápidamente, y esto desgraciadamente no es el caso. Lo que caracteriza al aspirante, que está en el umbral del discipulado aceptado, es la capacidad de comprender las próximas realizaciones que se hallan ante la mente humana; es el poder, moldeado en el crisol de la extraordinaria experiencia interna, de ver la visión inmediata y captar esos conceptos que la mente necesariamente debe revestir, dando al hombre el derecho de ser un trabajador reconocido del plan (reconocido por los Grandes Seres, si no lo es por el mundo); es el logro de esa orientación espiritual, mantenida firmemente - aunque haya perturbación externa en el plano físico de la vida - que significa para Quienes observan y buscan trabajadores, poder confiar a un hombre algún pequeño aspecto del trabajo emprendido por ellos; es la capacidad de sumergirse, [i583] perdiendo de vista al yo inferior personal, en la tarea de guiar al mundo bajo el impulso del alma, lo [e418] cual eleva a un hombre desde el rango de místico aspirante hasta el de ocultista práctico, aunque místicamente orientado. DK


domingo, 23 de junio de 2013

Pero ha llegado el momento en que la Luz en la cabeza no sólo está presente, sino que puede ser utilizada en cierta medida. El karma del aspirante es de tal naturaleza que puede, mediante el esfuerzo esmeradamente aplicado, manejar su vida, [i168] de manera que no sólo cumple con su karma, desempeñando sus obligaciones, sino que tiene la suficiente determinación para permitirle solucionar los problemas y cumplir también con las obligaciones del discipulado. Desempeña con correcto móvil su servicio en bien de los demás; comienza a ejercer y a hacer sentir su poder; pierde de vista su propio interés por el ajeno. Cuando esto sucede se producen ciertos acontecimientos esotéricos. El Maestro consulta con algunos de Sus discípulos más avanzados, si es aconsejable admitir al aspirante dentro del aura del grupo, y mezclar su vibración con la del grupo. Si se llega a alguna decisión, en el término de dos años, un discípulo avanzado actúa entonces como intermediario entre el Maestro y el aspirante recientemente aceptado. Trabaja con el nuevo discípulo aminorando (si así puede expresarse) la vibración del Maestro para acostumbrar a los cuerpos de aquél a las aceleradas vibraciones superiores. Plasma en la mente del discípulo, por medio de su ego, los planes e ideales del grupo, y observa su reacción a los acontecimientos y oportunidades de la vida. Podría decirse que asume por el momento y en forma práctica, los deberes y la posición del Maestro. El aspirante ignora durante todo este tiempo lo que ha sucedido, y es inconsciente de sus contactos subjetivos. Sin embargo, reconoce en sí mismo tres cosas: Acrecentada actividad mental. Al principio esto le traerá mucha dificultad y le parecerá como si estuviera perdiendo el control de la mente en vez de adquirirlo, pero sólo es un estado transitorio, y gradualmente asumirá el mando. Acrecentada respuesta a las ideas y creciente capacidad para visualizar el Plan de la Jerarquía. Esto, hasta cierto punto, lo convertirá en un fanático en las primeras etapas. Continuamente será arrastrado por ideales, ismos, modos de vivir y nuevos sueños, en bien del mejoramiento de la raza. Se afiliará a un culto tras otro, porque quizás ello posibilitará la llegada del milenio. Pero después [i169] de un tiempo recobrará su equilibrio y el propósito asumirá el control de su vida. Trabajará en su propia ocupación, [e130] y contribuirá a la actividad del todo, de acuerdo a su capacidad. Acrecentada sensibilidad psíquica. Indica crecimiento y al mismo tiempo una prueba. Puede ser seducido por los poderes psíquicos y tentado a desviar su esfuerzo del servicio especializado a la raza, hacia la explotación de los poderes psíquicos, utilizándolos para el propio engrandecimiento. El aspirante debe progresar simultáneamente en todos los aspectos de su naturaleza, pero hasta no actuar conscientemente como alma o psiquis, y emplear la inteligencia cooperadora, los poderes inferiores deben estar pasivos, los cuales pueden ser utilizados sin peligro por los discípulos avanzados e iniciados. Son armas e instrumentos de servicio que deben ser empleados en los tres mundos por quienes aún están atados a esos mundos por la Ley de Renacimiento. Quienes han pasado por la gran Liberación y "cruzado ocultamente el puente", no necesitan emplear los poderes inherentes a los vehículos inferiores, pueden utilizar el conocimiento infalible de la intuición y la iluminación del principio Luz. DK


domingo, 26 de mayo de 2013

Al comprender la ley de los ciclos, adquirimos conocimiento de las leyes fundamentales de la evolución y llegamos a darnos cuenta del trabajo rítmico de la creación. Incidentalmente logramos también equilibrio a medida que estudiamos los impulsos de nuestra propia vida, porque también tienen su flujo y reflujo, alternando entre períodos de luz y de oscuridad. Podemos observar diariamente este acontecimiento simbólico cuando la parte del mundo en que vivimos entra en la clara luz [e180] del sol, y luego vuelve a la oscuridad restauradora de la noche. Nuestra misma familiaridad con este fenómeno nos hace perder de vista su significado simbólico y también olvidar que bajo la gran ley, los períodos de luz y sombra, de bien y mal, de inmersión y surgimiento, de progreso hacia la iluminación [i243] y retroceso hacia la oscuridad, caracterizan el crecimiento de todas las formas, distinguen el desarrollo de razas y naciones y constituyen el problema del aspirante, que se forja la imagen de que camina en una condición constantemente iluminada, dejando atrás todos los lugares oscuros. El ciclo más destacado para toda alma consiste en encarnar y regresar al centro de donde partió. Según el punto de vista, así será la comprensión de este flujo y reflujo. Esotéricamente se puede considerar que unas almas "buscan la luz de la experiencia", por lo tanto van hacia la expresión física; otras "buscan la luz de la comprensión", y por consiguiente vuelven del reino del esfuerzo humano para forjar su camino internamente hacia la conciencia del alma, y así llegar a ser "moradores en la luz eterna". Sin apreciar la significación de los términos, los psicólogos han presentido estos ciclos, y a ciertos tipos los denominaron extrovertidos o introvertidos. Marcan el flujo y reflujo en la experiencia individual, y son la analogía de la pequeña vida con los grandes ciclos del alma. DK


sábado, 25 de mayo de 2013

La meditación lleva el trabajo hasta el reino mental; el deseo cede su lugar al trabajo práctico de preparación para el conocimiento divino, de manera que el hombre que inició su larga carrera y experiencias de la vida con el deseo como cualidad básica, y alcanzó el estado de adoración de la Realidad divina tenuemente percibida, pasa ahora del mundo místico al del intelecto, al de la [e45] razón y de la eventual comprensión. La oración más la abnegación del altruismo disciplinado produce al místico. La meditación más el servicio disciplinado y organizado produce al Conocedor. El místico, como hemos visto, presiente las realidades divinas, establece contacto (desde las alturas de su aspiración) con la visión mística [i68] y ansía incesantemente la repetición constante del estado de éxtasis a que su oración, adoración y veneración, lo han elevado. Por lo común es completamente incapaz de repetir esta iniciación a voluntad. Pére Poulain en "Des grâces D'Oraison", sostiene que ningún estado es místico a menos que el vidente sea incapaz de producirlo. En la meditación sucede lo contrario, pues mediante el conocimiento y la comprensión, el hombre iluminado puede entrar a voluntad en el del alma y participar inteligentemente de su vida y estados de conciencia. Un método implica la naturaleza emocional y está basado en la creencia en un Dios que otorga; el otro involucra la naturaleza mental y está basado en la creencia en la divinidad del hombre mismo, aunque no niega las premisas místicas del otro grupo. AAB


domingo, 21 de abril de 2013

1. La Técnica de la Presencia. Por medio de esta técnica, el alma asume el control de la personalidad integrada y de sus relaciones, horizontal y vertical. Esta técnica implica la apertura de la flor de la intuición que disipa la ilusión, revela al Ángel, indica la Presencia y abre al discípulo el mundo de las ideas y la puerta de las iniciaciones superiores. Cuando el discípulo capta y aplica estas ideas divinas o pensamientos simiente, se convierte en un iniciado, entonces es posible la tercera iniciación como meta inmediata. La intuición significa la aplicación del poder de transfiguración. Dicha técnica está relacionada con la poco conocida yoga del fuego o Agni Yoga. 2. La Técnica de la Luz. Por medio de esta técnica, la mente iluminada asume el control del cuerpo astral o emocional, y disipa el espejismo. Cuando la luz afluye, el espejismo desaparece. La iluminación domina y la visión de la realidad puede ser vista. Dicha técnica está relacionada con el Raja Yoga y su meta es la segunda iniciación, capacita para hollar el Sendero del Discipulado y permite al hombre "vivir una vida iluminada por la divinidad”. La iluminación significa la aplicación del poder de transformación. 3. La Técnica de la Indiferencia. Por medio de esta técnica se pone fin a maya, pues el control del vehículo astral purificado es consciente y técnicamente puesto en actividad, liberando a las energías del cuerpo etérico, del control de la materia o fuerza-sustancia, y conduce a muchos seres al Sendero de Probación. Donde hay “indiferencia divina” al requerimiento o atracción de la materia, entonces se hace posible la inspiración. Esta técnica está relacionada con el Karma Yoga en su forma más práctica, y el empleo de la materia en forma totalmente impersonal. La meta de esta técnica tiene por objeto lograr la primera iniciación, lo cual permite al hombre “vivir una vida inspirada por Dios”. La inspiración significa la aplicación del poder de trasmisión. DK


lunes, 1 de abril de 2013

El aspirante de primer rayo que no logra vencer a su Morador puede llegar a ser un "destructor de almas", como se lo denomina, y ser condenado (hasta aprender la lección) a trabajar con las fuerzas de la materia y con las formas que mantienen a todas las almas aprisionadas. Éste es el significado oculto de las mal interpretadas palabras, muerte y destrucción. El Demonio es su gran prototipo. El aspirante de segundo rayo que construye su Morador y le permite ejercer control en forma continua y acrecentada, se convierte en "engañador de almas”. Es el verdadero Anticristo, y mediante falsas enseñanzas, supuestos milagros y el hipnotismo y sugestión de las masas, tiende un velo sobre el mundo y obliga a los hombres a caminar en la gran ilusión. Es interesante observar que el trabajo del Demonio, el aprisionador de almas, empieza a perder su poder, porque la raza está al borde de comprender que la verdadera muerte es la inmersión en la forma, y que la materia es sólo parte del todo divino. La forma mental de este "Morador en el Umbral" que la humanidad ha construido durante millones de años, está en vísperas de ser destruida. Pero el trabajo del Anticristo recién ahora está llegando a su culminación, y la ilusión de las riquezas, posesiones y falsas enseñanzas, dominará acrecentadamente, pero el período de engaño será más breve que el de destrucción, porque todos estos factores actúan bajo sus propios ciclos y tienen su propio flujo y reflujo. La persona de tercer rayo que no destruye su "Morador" se convierte en lo que se denomina "manipulador de almas”, utilizando la mente para destruir lo real y tiende un velo entre el hombre y la realidad. Debe recordarse que ninguno de estos nombres y actividades se refieren al alma en su propio plano, sino únicamente a las almas humanas encarnadas en el plano físico. Es necesario subrayar esto, porque en su propio plano las almas de los hombres se mantienen libres de ilusiones y no pueden ser destruidas, engañadas ni manipuladas. Sólo "las almas aprisionadas" están sujetas a las actividades de las fuerzas del mal, y esto durante cierto período. El primer grupo, cuyo número es relativamente pequeño, actúa a través de los gobiernos, de la política y de la interacción entre las naciones. El grupo de segundo rayo que alucina y engaña, actúa mediante los agentes religiosos, la psicología de las masas y el incorrecto empleo y aplicación de la devoción y las artes. Son los más numerosos. El tercer grupo actúa principalmente a través de las relaciones comerciales, en el mundo de los negocios y mediante el empleo del dinero, la concreción de prana o energía universal y el símbolo externo del flujo y reflujo universal. DK


lunes, 18 de marzo de 2013

Algunos aspirantes espirituales de muy buena fe con muy buenas disposiciones para el trabajo interno, alimentan la falsa idea de que el discípulo que ha logrado establecer contacto con el Maestro, es un ser humano plenamente feliz, libre de esos contratiempos, problemas y dificultades tan comunes al género humano. El contacto con el Maestro, si bien agudiza extraordinariamente la percepción espiritual superior, desarrolla también a extremos inconcebibles la “sensibilidad humana”. Como resultado de ello la vida del discípulo es un permanente centro de tensión, en donde coinciden a la par y a veces por un espacio muy prolongado de tiempo, las energías espirituales superiores y las fuerzas kármicas de la personalidad humana. Existen por una parte las obligaciones naturales y sociales comunes a todas las personas, o sea, los deberes familiares, profesionales y de relación obligada con los demás y, por la otra, los altos deberes impuestos por el grado de desarrollo espiritual alcanzado en el Sendero, así como los que le vienen impuestos por las necesidades de su particular campo de servicio. Esta tensión se agudiza extraordinariamente por el hecho de que siendo la vida del discípulo eminentemente invocativa, atrae sobre sí un elevado tipo de vibraciones que debe tratar de controlar y proyectar convenientemente dentro del campo definido de su esfera de radiación personal. Estas altas vibraciones son de tres tipos: las que proceden de su propia Alma, las que provienen del Ashrama al cual pertenece y las indescriptibles del Maestro que lo está preparando para la iniciación. Mantenerse en equilibrio en el centro de esta triple vertiente de energías superiores de Rayo, es tarea muy difícil, pero forma parte inexorable de la vida del discípulo. VICENTE BELTRAN ANGLADA


viernes, 8 de febrero de 2013

Todas las reformas, por extensas y aparentemente duraderas que sean, son en sí mismas causa de ulterior confusión y nueva necesidad de reformas. Sin comprender todo el complejo ser del hombre, las meras reformas producirán sólo la confusa exigencia de más reformas. Las reformas no terminan nunca y, a lo largo de estas mismas líneas, no existe una solución fundamental. Las revoluciones políticas, económicas o sociales tampoco son la respuesta, porque han producido tiranías espantosas o la mera transferencia de poder y autoridad a manos de un grupo diferente. Tales revoluciones jamás son la salida para nuestra confusión y para el conflicto en que vivimos. Pero hay una revolución que es por completo diferente y tiene que ocurrir si hemos de emerger de la inacabable serie de ansiedades, conflictos y frustraciones en que estamos atrapados. Esta revolución tiene que comenzar no con teorías e ideaciones que, a la larga, demuestran ser inútiles, sino con una transformación radical en la mente misma. Una transformación semejante sólo puede tener lugar mediante una educación correcta y el total desarrollo del ser humano. Es una revolución que ha de ocurrir en la totalidad de la mente, y no sólo en el pensamiento. El pensamiento, después de todo, es sólo un resultado y no la fuente, el origen. Tiene que haber una transformación radical en el origen mismo y no una mera modificación del resultado. Al presente, nos entretenemos con los resultados, con los síntomas. No producimos un cambio vital desarraigando los viejos métodos de pensamiento, liberando a la mente de las tradiciones y los hábitos. Es en este cambio vital en el que estamos interesados, el cual sólo puede originarse en una correcta educación. Jiddu Krishnamurti


martes, 22 de enero de 2013

En los Reinos subhumanos, el mineral, el vegetal y el animal, la Iniciación se imparte en forma colectiva y abarca las múltiples unidades de conciencia que constituyen alguna definida especie, recibiéndola específicamente el Ángel o Deva que rige aquella particular agrupación que constituye un alma-grupo. En el ser humano, la Iniciación es netamente individual, aunque la rápida evolución espiritual de muchos hombres y mujeres inteligentes y de buena voluntad del mundo hará posible que dicha Iniciación tenga carácter grupal y puedan recibirla al unísono muchos seres humanos. Esta nueva actividad iniciática fue probada ya con éxito en el seno de los Ashramas de la Jerarquía, en lo que hace referencia a la primera y segunda Iniciación. La tercera, por el momento y por sus condiciones especiales, deberá continuar siendo todavía de carácter individual. Sin embargo, el proceso místico que tiene lugar dentro de la Gran Fraternidad Cósmica de nuestro planeta va avanzando muy rápidamente y así pueden observarlo los grandes Adeptos de la Jerarquía. Los seres humanos, inmersos dentro de las grandes crisis de reajuste que tienen lugar en esta Era de transición que estamos viviendo, suelen fijarse demasiado en las aparentes y deprimentes condiciones externas del mundo y ceden frecuentemente al desaliento. No obstante, un milagro de auténtica y rara belleza está produciéndose en los niveles ocultos y los éteres planetarios –tal como es mencionado en los suaves retiros del Ashrama– están siendo dinamizados por un Fuego místico de desconocida Fuerza y positiva Radiación que quema muchas de las escorias ambientales y prepara el camino para nuevas y superiores formas de vida de conciencia. VBA


domingo, 13 de enero de 2013

Emplearemos ahora la palabra "espejismo" para designar todos los aspectos de la decepción, ilusión, mala interpretación e incomprensión que enfrenta el aspirante en cada paso de su camino hasta que logra la unidad. Observen la palabra "unidad", porque contiene el secreto de la desilusión, tal como se ha denominado esotéricamente al proceso de liberarse del espejismo. Les resultará evidente que el origen del espejismo está fundado principalmente en el sentido de dualidad. Si ella no existiera no habría espejismo; la percepción de la naturaleza dual de toda manifestación se halla en la misma raíz de la dificultad o dificultades que enfrenta la humanidad, en tiempo y espacio. Esta percepción tiene distintas etapas, siendo el gran problema de la entidad consciente, que es en sí una dificultad en el reino de la conciencia misma y realmente no es inherente a la sustancia o materia. El morador del cuerpo percibe erróneamente e interpreta incorrectamente lo que percibe, luego se identifica con aquello que no es él mismo; traslada su conciencia hacia un reino fenoménico que lo engolfa, alucina y aprisiona, hasta que comienza a sentirse inquieto o infeliz, presintiendo que algo anda mal. Finalmente llega a la conclusión de que él no es lo que parece ser y que el mundo fenoménico de apariencias no es idéntico a la realidad como lo suponía hasta entonces. Desde ese momento obtiene el sentido de dualidad, reconoce la "diversidad" y se da cuenta que su sentido de dualismo debe terminar, para emprender el proceso de unión, hasta lograr la unificación. Así, el hombre en evolución comienza a observar y a enfrentar conscientemente sus dificultades teniendo por delante un largo período para "desprenderse del espejismo y penetrar en ese mundo donde sólo se conoce la unidad”. DK